La
reciente protesta masiva de los bicitaxeros en La Habana viene acompañada del
próximo desalojo a los cientos de vendedores por cuenta propia instalados en la
planta baja de la antigua tienda por departamentos Fin de Siglo, ubicada en la
céntrica esquina de Galiano y San Rafael, Centro Habana.
Rey Alonso
lleva diez años ofreciendo lo mejor del cine mundial a su numerosa clientela,
ayer accedió a contar el actual dilema de Fin de Siglo:
“Aquí
lo pago todo, los sobres donde va cada DVD, la tinta, los anaqueles, la
transportación y 900 pesos CUP cada 15 días por el arriendo, además de los
consabidos impuestos.”
El
rumor, confirmado, es que la tienda, ubicada en una esquina privilegiada de la
ciudad si de comercio se trata, será arrendada a una compañía extranjera, ¿qué
sucederá con ustedes?, es la siguiente pregunta:
“Es
como para entregar la licencia, pero llevo mucho tiempo en esto, al menos me
busco el diario. Nos reubicarán en varios puntos de la ciudad, sin derecho a
réplica. Ya se sabe, nunca nos han mostrado cariño, somos algo que no tienen
más remedio que soportar.”
¿Y el
sindicato qué dice?- Rey sonríe
irónicamente y contesta- “El sindicato poco puede hacer porque el estado es
propietario del local, por tanto, lo arrienda a quien mejor le parezca, un
negocio «en grande», dicen ellos, es mejor que muchos chiquitos.”
Por
su parte los bicitaxeros, aunque propietarios de sus vehículos, enfrentan las
calles, que según la filosofía reinante en Cuba, pertenecen a la revolución, es
decir, a la burocracia gobernante. Recientemente fue noticia el desfile
masivo-protesta- de decenas de estos cuenta propistas, frente a los edificios
gubernamentales en la emblemática Plaza de la Revolución.
Allí
entregaron las multas impuestas por la
policía, que oscilan entre 750 y 1500 pesos CUP, debido a numerosas
restricciones, sobre todo del tránsito, que literalmente les impiden ejercer su
trabajo.
“La
circulación está prohibida para nosotros
en numerosas calles de la ciudad ni siquiera podemos rodar por la calle
O’Reilly paralela con Obispo.
Imagínense, por ahí sube y baja todo el turismo, nuestros principales clientes.
Obispo es sólo peatonal, ¿qué nos dejan entonces?, explicó Omar, sudoroso
después de un largo rodeo para llevar una pareja hasta cerca de la catedral.
Las
medidas represivas contra los que ejercen trabajos por cuenta propia vienen y
van, en ocasiones provocaron airadas protestas, como la protagonizada en
Holguín por los vendedores de ropas y zapatos importados en enero de 2014.
Un
caso sonado, la primera huelga con resultados positivos, ocurrió igualmente en
la oriental ciudad de Banes, cuando los carteros se negaron a entregar
correspondencia y periódicos, descontentos por la reforma salarial aplicada.
Esta vez consiguieron del estado una modificación sustancial a su favor de la
remuneración. Aunque son trabajadores estatales, su labor se vincula al cuenta
propismo ya que ejercen de mensajeros y reciben pago adicional por ello.
El
próximo desalojo de cientos de vendedores de su céntrica ubicación en la
esquina de Galiano y San Rafael, junto a la masiva protesta de los bicitaxeros,
manifiesta los vaivenes de la política represiva gubernamental contra la
economía privada en Cuba.
Por Mario Hechavarria Driggs
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