Este
domingo 24 de Septiembre la Iglesia Católica Cubana, celebró la
festividad de Nuestra Señora de la Mercedes.
Cientos
de fieles, en su mayoría vestidos de blanco, hicieron largas
colas para subir al altar mayor, donde se encuentra la venerada
imagen de la Virgen María, bajo la advocación de la Merced. En las
calles Cuba y Merced de la Habana Vieja.
“Yo
vengo a pedir salud y la libertad de mi hijo Yosvani, Decía una
señora, portando un ramo de flores. “El está preso por
intentar una salida ilegal del país, por ese delito fue condenado
a dos años de privación de libertad”.
Otra
joven con una bata de medico confesaba; “Vengo a pedirle a la
Virgen por mi matrimonio. Estoy casada con un extranjero pero, el
ministro de Salud Pública, no me da el permiso de salida del
país, dice que tengo que esperar cuatro años.”
“A
los pies de la Virgen traigo mis penas”, cantaba un señor de edad
avanzada, apoyado de su bastón.
La
tradición católica cuenta, que en el año 1218, la Virgen
María, se le apareció a San Pedro Nolasco, pidiéndole que fundara
una orden religiosa para socorrer a los cristianos prisioneros.
Sin
embargo, los creyentes del culto afro-cubano, Yoruba, aseguran
que la Virgen de la Merced es Obatalà, Orisha (Dios) mayor, creador
de la tierra y del ser humano. Esta es una deidad pura, dueña de
todo lo blanco, de la cabeza, pensamientos y sueños.
Ellos
dicen que Obatalà es hijo de Olofin y Oloddumare y que fue enviado a
la tierra para hacer el bien.
“Este
país necesita paz, misericordia y armonía, estas cosas solo
Obatalà las puede dar, pero hay que pedírselas”. Decía una
señora mayor.
Por Mario Hechavarria Driggs
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