Organiza la Oficina del Historiador de la Ciudad, una Gran Cena de Fin de Año, en la Plaza de la Catedral de la Habana Vieja. El
precio de entrada es de 200 CUC, (pesos convertibles) por persona.
El
cartel con la original invitación
está colocado en la entrada
del restaurante “El Patio”. Para
esta fiesta se invitaron a varios artistas
de la televisión nacional, la orquesta Buena Vista Social Club y la
Compañía de baile Liz Alfonso.
“Pero quien coño puede pagar una comida como esta”, se quejaba Luciano, viejo vendedor de periódicos. Esto es
para millonarios, no para trabajadores”.
Una pareja
de jóvenes comentaba; “El salario promedio de un trabajador es de 450 CUP, (moneda nacional), quien puede
darse el lujo de venir aquí. El cubano que venga lo meterán preso, porque de
dónde saca el dinero”.
Pero rápidamente la respuesta llegó en la voz
de Julito, portero del restaurante “El Patio”;
“Oigan señores no cojan lucha, esto no es pa` cubanos, esto es pa` extranjeros y
“ñangaras” (dirigentes), ellos son los
únicos que tienen “fulas” (dinero) para darse el lujo, ustedes
circulen y “vayan remando que aquí no pican”.
Por Mario Hechavarria Driggs
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