miércoles, 10 de enero de 2018

Vivimos una ola represiva contra los artistas independientes.

"Tienen miedo. Toda la preocupación de ellos es que las calles se les vayan de las manos". (Tania Brugueras,  antes de ser arrestada, al finalizar una Performance)

El pasado año terminó con 5155 detenciones políticamente motivadas de carácter arbitrario, según el reporte oficial de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). La nota descollante resultó  la arremetida contra los artistas independientes al cierre de 2017.
El 14 de diciembre detuvieron al poeta y dramaturgo Luis Manuel Otero camino de El Rincón, donde presentaría sus personales peticiones a san Lázaro, identificado en el sincretismo nacional con el Orisha Yoruba Babalú Ayé.
Luis Manuel arrastraba la clásica piedra de los pagadores de promesas, de acuerdo a los amigos que se interesaron por el caso, un oficial de la Seguridad del Estado en la estación policial de san Miguel del Padrón informó al día siguiente que “Luis está ahí por ‘interés operativo’, no tiene una acusación precisa ni fecha estimada de liberación.”
El peregrino debió parecerles peligroso a las autoridades porque en su peticionario  por escrito al santo venerado podían leerse los siguientes versos
Te pido la eliminación del bloqueo,
Prosperidad
Libertad de expresión
Libertad para presos políticos
Libre acceso a Internet.
Cese de la discriminación de raza, género y credo;
!No mas represión!
Días después, en la noche del 20 arrestaron a siete artistas, no sin que faltara la violencia policial: Yanelys Núñez, Tania Brugueras, Iris Ruiz, Lía Villares, Adonis Milán, Amaury Pacheco y de nuevo Luis Manuel Otero. Todos se dirigían a la galería independiente El Círculo, cita en una vivienda particular del barrio habanero llamado El Vedado.
Esta vez intentaban estrenar  un monólogo teatral titulado Psicosis al par que presentar  el espacio creativo Poesía sin fin. El cartel promocional del evento contenía un logotipo con las frases “Timón hacia la poesía. Timón hacia la Libertad.”
Los mecanismos represivos contra la creciente presencia de artistas irreverentes que llegan a desafiar al sistema anquilosado y aburrido de propaganda comunista, alcanzan una variedad de acciones que bien resume una de sus víctimas, Adonis Milán:
“Al crear el proyecto Perséfone Teatro desperté de inmediato la animadversión de las autoridades policiales, así como de sus aliados dentro del sistema institucional de la cultura.”
“Me ofrecieron un teatro Desvencijado en Centro Habana—La Madriguera—donde a duras penas pude poner en escena, primero Al Filo del Mar y cuando estrené Máquina Hamlet, clara alusión al totalitarismo dictatorial y su máximo representante en Cuba, Fidel Castro, a la segunda puesta no hubo más, censura total.” (Entrevista en Diario de Cuba,26/12/2017)
 De la actualidad el joven dramaturgo independiente afirma: “Todos los actores de mi grupo me han abandonado porque fueron llamados por la Seguridad del Estado. Las personas tienen miedo a trabajar conmigo. Ha quedado claro que el régimen castrista quiere aplastar mi proyecto y lo hace con la conciencia de clausurar la voz de la libertad y la sublevación.”
Respecto a una apertura en el ámbito cultural cubano, anticipándose a la ola represiva actual, Leonardo Padura declaró al periodista Carlos Fernando Chamorro de la revista Digital Confidencial  en junio del pasado año:
“No. No la hay, incluso en el territorio de la cultura, yo siento que había espacios que eran mucho más abiertos hace cinco, seis  años y que ahora todo está mucho más controlado, mucho más cerrado, así que no creo que haya una voluntad de apertura política inmediata.”
 Por Mario Hechavarria Driggs






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