El cobro de
remesas monetarias quedó entorpecido en la capital cubana por dificultades que
causaron alarma en la población durante los primeros días de marzo,
principalmente en las oficinas de Western Unión, empresa líder para quiénes
desde otros países transfieren dinero efectivo a familiares y amigos en Cuba.
Al amanecer del
pasado viernes 9, una larga fila, mucho más de lo cotidiano, se apreciaba
frente a los locales de la “WU” ubicada dentro de la gran tienda Plaza Carlos
III:
“Ayer me resultó imposible cobrar el dinerito
que me manda mi hijo desde Nueva Jersey, en la tarde esperé dos horas sin
conseguirlo, demasiada gente, por eso vengo antes de la apertura para ser de
las primeras”, comentó Mayra Vila, señora mayor acompañada de su hija. Entonces
faltaban 25 minutos para las 9 AM, hora de abrir la tienda.
El problema se
repitió al siguiente día, cuando la “cola” inicial de clientes esperando su
turno superó las 50 personas apenas pasó el primer usuario a una de las dos
cabinas que mantiene Western Unión en el lugar.
Las cajeras
encargadas de tramitar cada remesa no están autorizadas a emitir declaración
alguna, pero no hay alternativa ante el malestar de la población y deben
ofrecer información general, luego repetida por los clientes, convirtiéndose en
voz popular: “Se trata de muchas oficinas sin brindar servicio en la
capital, entre otras razones por falta de la conexión computadorizada propia
del sistema de pago.”
Lo dicho
anteriormente coincide con varios hechos: primero, la oficina “WU” de la tienda
Yurumí cerró antes de hora el lunes. La empleada informó que “No había conexión
y tampoco dinero.” Segundo, en Carlos III se conoció de la presencia de varias
personas venidas de Alamar, ciudad periférica perteneciente a la jurisdicción
administrativa capitalina, donde tampoco funcionaba el sistema.
Por último, en las
conocidas Casas de cambio de la Moneda (CADECA), funcionaban ventanillos con el
servicio de la conocida empresa norteamericana. El cierre paulatino pero
definitivo de numerosas CADECAS significa menos opciones de cobro por la vía
señalada, además de que es frecuente que Las Casas de Cambio existentes
anuncien la importante prestación monetaria, sin cumplirla en la práctica.
Una nueva
dificultad acaba de sumarse a las relacionadas con Western Unión, los que
prefieren transferir dinero rápido hacia Cuba a través de Internet encuentran
ahora que una de las empresas preferidas de la actividad, Sendvalu, tiene
detenidas sus operaciones desde hace unos diez días, sin precisar cuándo serán
reanudadas.
En La Habana más
de dos millones de personas carecen de información concreta sobre un problema
de vital importancia, pues las transferencias monetarias desde el exterior,
junto a la exportación de fuerza de trabajo calificada, constituyen los
factores principales que mantienen a flote la caótica economía del país.
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