miércoles, 26 de octubre de 2016

La verdad contra el miedo en el Día Nacional del Periodismo Libre.

El sábado pasado, 22 de octubre, se reunieron en el 5910 SW 8 ST de Miami unos trescientos periodistas, mayoría cubanos, celebrando el Día Nacional del Periodismo Libre en Cuba. Ni siquiera la prensa independiente de nuestro país conoce de la fecha, sus orígenes, menos aún la gente de la calle para quienes trabajamos.
Jesús Díaz Martínez, Vice decano del Colegio Nacional de Periodistas Cubanos—Exilio—, declaró desde La Florida al entrevistador Vicente Morín Aguado: “Nuestra organización se creó en 1962, reivindicamos un decreto presidencial de 1943, advocando el 24 de octubre de 1790, cuando dio a luz el Papel Periódico de La Havana, si amigo, con UVE lo escribieron entonces, primera prensa periódica de nuestro país.”
Hurgando en la historia, aquel tabloide semanal, luego sería jueves y domingo, quedó muy pronto bajo los auspicios de la Sociedad Económica de Amigos del País, era un periódico mitad oficialista, mitad comunitario, publicaba los decretos gubernamentales a la par que anunciaba pérdidas y hallazgos, compras y ventas, intercambios entre los suscriptores, así como recaudó fondos para crear la primera biblioteca pública de la nación.
El veterano colega Jesús nos regresa a la actualidad: “No reconocemos gobierno alguno en Cuba, es una dictadura. Somos solidarios, desde todas las formas posibles, con los informadores que en nuestra patria enfrentan hoy la represión.”
La pregunta obligada: ¿Ante el desafío de una prensa libre, los represores argumentan injerencia en los asuntos internos del país, ataque a la soberanía, especialmente por parte de los Estados Unidos?—: “Se trata simplemente de una violación total de derechos humanos fundamentales, universales, la libertad de expresión y asociación— ratifica el entrevistado.”
En nuestra sociedad arrecia la represión, recientemente fueron detenidos jóvenes del proyecto Periodismo de Barrio, cuando se dirigían a Baracoa, intentando reportar la realidad tras el paso devastador del huracán Mathew.
Desde La Habana se denunció la prohibición de viajar a Colombia a otros cuatro periodistas, con visado legal, invitados por el Centro de Estudios de Derechos, radicado en Bogotá. Autoridades del Departamento de Seguridad del Estado (DSE) trasmitieron personalmente la negativa a cada uno de ellos, argumentando que se hacía luego de que participaran en un mitin pro la candidatura de Donald Trump en el Parque La Normal de La Habana.
 En Villa Clara y Holguín hay  profesionales de la información laborando en medios estatales, exigiendo su derecho a colaborar en sitios de internet, algo normal en cualquier parte del mundo.
Esta semana se conoció la sentencia de un tribunal expulsando definitivamente de su trabajo al periodista holguinero que publicó las polémicas declaraciones de Karina Marrón, subdirectora de Granma, durante el último Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
El último escándalo relacionado con el oficialismo menciona a Susana Gómez Bugallo, quien esperó 14 días por el “permiso” para un reportaje rutinario en la heladería Coppelia, siendo finalmente burlada por la burocracia.
De visita en Cuba acompañando la histórica presencia de Obama, John Lee Anderson, por cierto, de filiación comunista, escribió al respecto: “el reto realmente es para Cuba, no para Estados Unidos. La problemática del periodismo del Partido Comunista de Cuba (PCC) es cómo está asumiendo el reto.”
En La Habana prevalece el miedo, la gente opina pero no da la cara, rehúsan identificarse. Casi todos reconocen la valía del periodismo independiente, no se pierden a María Celeste Al Rojo Vivo, olvidando de paso el severo apotegma martiano:
“El que vive de la infamia, o la codea en paz, es un infame. Abstenerse de ella no basta: se ha de pelear contra ella. Ver en calma un crimen, es cometerlo”. 

Por Mario Hechavarria Driggs
 Móvil 53 53026064





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