Venezuela está que arde, dicen los comentarios en La Habana , en tanto Las Damas
de Blanco continúan paseándose por las calles habaneras, con sus gladiolos,
rodeadas de un verdadero ejército de oficiales de la seguridad del estado, más
atentos a cualquier gesto de los transeúntes que al caminar de estas valientes
mujeres.
En Caracas es otra cosa, los
opositores le están robando las calles al gobierno, descargando su ira contra
las últimas medidas económicas que representan una intromisión directa del
estado en la gestión económica de los empresarios privados, sobre todo en los
pequeños y medianos negocios.
El desabastecimiento y la miseria
en Venezuela hacen recordar nuestras permanentes carencias, eternizadas por el fracasado
modelo socialista que nos impusieron. Evidentemente los venezolanos no desean
llegar a tal extremo y están adelantándose a un posible destino, palpable en la Isla del Caribe presentada
como su hermana de lucha.
En Cuba también hay
enfrentamientos al régimen, pero el panorama es bien diferente. Bertha Soler líder
de las Damas de Blanco se logra entrevistar con el presidente de los Estados
Unidos, en tanto sus compañeras son arrestadas y golpeadas ante la mirada silenciosa de los ciudadanos que las
ven desfilar por las calles.
Nos llega la noticia de una huelga de hambre
iniciada por José Luis García Pérez (Antúnez) en Villa Clara, quien fuera injustamente
despojado, en su propia casa, de su computadora y otros artículos personales
por la policía. En la capital la luchadora pacifica Martha Beatriz Roque
Cabello es acosada y golpeada en su propia vivienda.
Sin embargo, poco o nada de
reacción se aprecia entre la mayoría de los líderes de la oposición, cada uno enajenado en
su proyecto personal, sin vertebrar una acción colectiva capaz de mover al
pueblo, tal y como es apreciable en Venezuela, donde en liderazgo ha sido capaz
de articular un programa que tiene temblando al Presidente Maduro y sus
colaboradores.
Una vez el dictador en jefe Fidel
Castro, ante la inminencia de ser capturado por el ejército de Batista, escuchó
de parte de un Teniente de apellido
Sarria, jefe del pelotón que lo llevaría a prisión: No disparen, las ideas no se matan. Tampoco disparan balas contra
Antúnez, Martha Beatriz o las Damas de Blanco, simplemente utilizan el acoso,
el golpe y la prisión, sin importarles los derechos humanos.
En Caracas puede esperarse la
próxima caída del chavismo, removido por la acción popular, concertada y unida
por un evidente plan de todos los opositores. En Cuba debemos de formar líderes
que sean capases de conducirnos sin ambiciones
personales.
De momento, nos mantenemos a la expectativa,
Venezuela está que arde.
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