miércoles, 17 de septiembre de 2014

Ser negro en Cuba es todavía un grave problema.

A pesar de las repetidas consignas revolucionarias sobre el tema, afirmando un combate resuelto contra las prácticas discriminatorias a partir del color de la piel, los negros continúan siendo discriminados en la Cuba de hoy.
La hija de una vecina quedó prendada al ver por la televisión el clásico Ballet Giselle. Esto la  motivo para asistir con su mamá a una convocatoria lanzada en el mes de Junio por la Escuela Elemental de Ballet “Alejo Carpentier”. Inicialmente la pusieron a prueba, dudando de sus cualidades para la danza, sin embargo demostró ser la mejor del grupo de aspirantes.
Cuando regresó confiada en alcanzar algún día los grandes escenarios hasta hora sólo vistos por ella en la televisión, le sugirieron otras compañías de bailes folclóricos despiéndola con una sonrisa estudiada. No era concebible una Giselle de piel oscura.
Su experiencia fue confirmada cuando el mes pasado  tuve necesidad de utilizar un teléfono público. Es común colocar anuncios junto a estos aparatos. Mientras descolgaba el manófono quedé mudo, un letrero solicitaba jóvenes para ingresar en un cuerpo de baile, había un detalle, resaltado en esas letras llamadas casualmente “negritas”: no se admiten varones o hembras de piel oscura.
El letrero permaneció unos días más entre dos aparatos telefónicos, pegado a una de las paredes del piso inferior del muy conocido Ten Cent de la calle monte, alguien se atrevió a rayarlo, escribiendo ¡Racistas! Después el tiempo se encargó de borrar definitivamente esta ignominia.
Recientemente Silverio Portal Contreras, amigo al que llamamos  cariñosamente   “Negrón” por ser alto y de piel muy oscura, me contó que luego de presentarse  en la bolsa empleadora del Ministerio del Turismo con una solicitud en toda regla para trabajar en el cinco estrellas “Hotel Parque Central” de la compañía IBEROSTAR, recibió como respuesta, “espere un  telegrama compañero”.  
Ha pasado un año y todavía el “Negrón” se asoma al balcón de su casa cada vez que escucha el silbato del cartero.
Tener la piel muy oscura es un serio obstáculo si usted aspira a puestos de los llamados importantes en la vida social cubana. En la bolsa de trabajo las opciones para los negros están ligadas a la recogida de basura, la construcción, estibador en los muelles, sepulturero,  o personal doméstico.
La experiencia callejera, sumada a reiterados testimonios, confirma una orientación dada por los jefes superiores a la policía: mantener un interés operativo directo hacia los de piel oscura, considerándolos presuntos delincuentes.
Los calificativos empleados por la policía  para detener  a los negros, dejan a las claras el estigma de la piel: negro retinto, niche, betún, totí, chapapote, chardo,  inclusive cuando el color es muy fuerte, te llegan a decir, negro azul.
Es una pena, yo creí siempre que superaríamos un asunto de vieja data, una herencia hispánica marcada por la esclavitud,  pero aún andamos lejos de erradicar el mal. 
Hay  todo un mecanismo  encargado de perpetuar el racismo entre nosotros. Ser negro en Cuba es todavía un grave problema.

 Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente


No hay comentarios:

Publicar un comentario