A pesar de las repetidas consignas revolucionarias
sobre el tema, afirmando un combate resuelto contra las prácticas
discriminatorias a partir del color de la piel, los negros continúan siendo discriminados
en la Cuba de hoy.
La hija de una vecina quedó prendada al ver por la televisión
el clásico Ballet Giselle. Esto la motivo para asistir con su mamá a una
convocatoria lanzada en el mes de Junio por la Escuela Elemental de Ballet
“Alejo Carpentier”. Inicialmente la pusieron a prueba, dudando de sus cualidades
para la danza, sin embargo demostró ser la mejor del grupo de aspirantes.
Cuando regresó confiada en alcanzar algún día los
grandes escenarios hasta hora sólo vistos por ella en la televisión, le
sugirieron otras compañías de bailes folclóricos despiéndola con una sonrisa
estudiada. No era concebible una Giselle de piel oscura.
Su experiencia fue confirmada cuando el mes pasado tuve necesidad de utilizar un teléfono
público. Es común colocar anuncios junto a estos aparatos. Mientras descolgaba
el manófono quedé mudo, un letrero solicitaba jóvenes para ingresar en un
cuerpo de baile, había un detalle, resaltado en esas letras llamadas
casualmente “negritas”: no se admiten
varones o hembras de piel oscura.
El letrero permaneció unos días más entre dos aparatos
telefónicos, pegado a una de las paredes del piso inferior del muy conocido Ten
Cent de la calle monte, alguien se atrevió a rayarlo, escribiendo ¡Racistas!
Después el tiempo se encargó de borrar definitivamente esta ignominia.
Recientemente Silverio Portal Contreras, amigo al que llamamos
cariñosamente “Negrón” por ser alto y de piel muy oscura,
me contó que luego de presentarse en la
bolsa empleadora del Ministerio del Turismo con una solicitud en toda regla
para trabajar en el cinco estrellas “Hotel Parque Central” de la compañía IBEROSTAR,
recibió como respuesta, “espere un telegrama compañero”.
Ha pasado un año y todavía el “Negrón” se asoma al
balcón de su casa cada vez que escucha el silbato del cartero.
Tener la piel muy oscura es un serio obstáculo si usted
aspira a puestos de los llamados importantes en la vida social cubana. En la
bolsa de trabajo las opciones para los negros están ligadas a la recogida de
basura, la construcción, estibador en los muelles, sepulturero, o personal doméstico.
La experiencia callejera, sumada a reiterados
testimonios, confirma una orientación dada por los jefes superiores a la
policía: mantener un interés operativo directo hacia los de piel oscura,
considerándolos presuntos delincuentes.
Los calificativos empleados por la policía para detener a los negros, dejan a las claras el estigma de
la piel: negro retinto, niche, betún,
totí, chapapote, chardo, inclusive
cuando el color es muy fuerte, te llegan a decir, negro azul.
Es una pena, yo creí siempre que
superaríamos un asunto de vieja data, una herencia hispánica marcada por la
esclavitud, pero aún andamos lejos de
erradicar el mal.
Hay todo un mecanismo
encargado de perpetuar el racismo entre nosotros.
Ser negro en Cuba es todavía un grave problema.
Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente
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