miércoles, 11 de febrero de 2015

Prensa estatal cubana: el silencio de los corderos.

En Cuba las noticias suelen serlo solamente cuando reciben el beneplácito de las autoridades del binomio partido-estado. Por ejemplo, los cubanos nada saben de la excarcelación de 53 presos políticos por parte de su gobierno y menos aún que unos 70 permanecen todavía en las presiones.
Sin embargo, la noticia circuló desde el primer momento por los diversos portales digitales del mundo, entre ellos Havana Times, de cuya reseña copiamos el pasado 17 de enero:
“El gobierno del Raúl Castro no ha informado hasta ahora en ningún momento sobre las excarcelaciones. Los medios oficiales tampoco han mencionado nada con respecto a que su liberación sea parte del histórico acuerdo diplomático con Estados Unidos.”
Acudir a las numerosas páginas WEB, desafiantes del monopolio mediático estatal, es difícil dadas las muy bien diseñadas dificultades para un libre acceso a Internet, entre otras un precio impagable de 4,50 dólares la hora, el más caro del mundo y, si finalmente el ciudadano abona tan escandalosa cifra, entonces se encontrará con la sorpresa de numerosas páginas bloqueadas.
Otra variante de la acostumbrada manipulación diaria dentro de los medios de comunicación en Cuba es disminuir el impacto de una noticia cuando resulta imposible ocultarla, tal fue el caso de las decisiones ejecutivas de la administración Obama, flexibilizando el embargo.
Tratándose de un asunto tan relevante, cuya aplicación impacta sobre toda la población, Granma, órgano oficial del Partido Comunista, se limitó a una breve reseña de 8 párrafos en una página interior, nada de textos citados in extenso, cuando el imperativo era publicar el texto gubernamental norteamericano en su totalidad.
En general, prevalecen en la prensa oficialista una variedad de vicios que caracterizan al periodismo cubano:
1-Lo que no se dice. 2-Fraseología excesiva. 3-Pocos datos reveladores. 4-Casi ninguna comparación. 5-Triunfalismo; cuando sobreviene el fracaso, se acompaña con el olvido. 6-Muy pocas acusaciones directas. 7-El complejo de culpa sustituye al trasfondo cuestionador. 8-Algunos desahogos sin repercusión posterior.”
Lo anterior fue copiado de un análisis sobre nuestra prensa, presentado durante la XXIV Conferencia anual de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana, (ASCE) de acuerdo a sus siglas en inglés, Miami, agosto del 2014.
Sería largo detallar cada uno de los males que hoy enferman a los comunicadores cubanos, lo esencial está en que el régimen le teme a la verdad, cualquier transparencia informativa es tan peligrosa como los gladiolos que exhiben en sus marchas las Damas de Blanco.
Durante el pasado año la revista Espacios, un proyecto laico del catolicismo nacional, dedicó su número dos a diversas “propuestas para la refundación de la prensa cubana”. Uno de los opinantes, el Profesor universitario, filólogo, escritor de larga ejecutoria y prestigio, el profesor Guillermo Rodríguez Rivera, resumió el problema al señalar:
“Si se trata de la prensa, el socialismo, como suele sucederle a ciertos boxeadores, tiene mandíbula de cristal.”


Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente






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