miércoles, 9 de septiembre de 2015

Militantes del Partido Comunista vigilan a los feligreses en las iglesias

“La movilización de miembros de Partido y otras personas consideradas confiables, se extenderá desde ahora y hasta el 25, cuando se vaya el Papa Francisco”, dijo Mayra Benitez  militante del PCC de un núcleo de jubilados, de la Habana Vieja.
El llamado abarca en particular los onomásticos de las tres advocaciones de María más populares entre los cubanos: la Virgen de Regla, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona nacional y la Virgen de la Meced, los días 7, 8 y 24 de septiembre, respectivamente.
Conocidas como Yemayá, Oshún y Obatalá de acuerdo al sincretismo religioso, sus fiestas cuentan con una masiva presencia de creyentes en los templos. Aunque se trata de una práctica habitual, esta vez la próxima presencia de un tercer pontífice en Cuba incrementará desde ahora la masiva intromisión de represores vestidos de civil.
 Al natural nerviosismo de las autoridades gubernamentales cuando se trata de congregaciones públicas fuera de la convocatoria partidista, se une la decisión eclesiástica de plena colaboración con el estado.
Vísperas de la primera de las fiestas señaladas, sendos “plantes” coordinados por opositores-vigilias permanentes- terminaron desalojados con el uso de la fuerza en una iglesia pinareña, así como en la parroquia del Buen Viaje de Santa Clara, al centro del país.
Miembros del Partido Republicano de Cuba (Pinar del Río) y de la Coalición Central Opositora (Villa Clara), declararon que el objetivo de sus acciones  era “asegurar la entrega al papa de una carta, exigiendo al gobierno el pleno cumplimiento de las convenciones sobre derechos humanos de las cuales Cuba es firmante.”
Es noticia la denuncia hecha por el diputado chileno Felipe Kast, quien fuera golpeado y arrestado el pasado domingo, en compañía de las Damas de Blanco y otros disidentes durante una marcha pacífica en la capital cubana.
El detalle es emplear a civiles en función de vigilancia, persuasión y agresión a los manifestantes, extendido ahora a las actividades religiosas directamente vinculadas al catolicismo, especialmente la próxima visita de su Santidad Francisco.
 El político chileno precisó: "Así que claramente están violando elementos básicos de la autoridad. Cuando uno es autoridad tiene que vestirse como tal y eso sin lugar a dudas es muy grave".

Por su parte la militante comunista antes citada concluyó: “Temen que la gente se haga del espacio público, que un día vengan manifestaciones y actos de desobediencia civil, por eso quieren evitar el problema antes de que se haga grande.”

Por Mario Hechavarria Driggs

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