viernes, 20 de noviembre de 2015

Crisis migratoria cubana: gobiernos, iglesias y demás involucrados

 Pasados meses y años de noticias, cifras sobre los miles, finalmente Granma publica una “Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), reconociendo que “en los últimos días se ha creado una compleja situación, a raíz de que más de mil ciudadanos cubanos han estado arribando a Costa Rica.”
Desde Estados Unidos, la Oficina de Aduanas y protección de Fronteras (CBP), acaba de informar que:”Entre el 1 de octubre de 2014 y el 30 de septiembre pasado  llegaron 43.159 cubanos a suelo norteamericano, lo que supone un aumento de más del 77% con respecto al periodo anterior.”
El Universal, periódico costarricense, informó esta semana: “Según los datos oficiales, por el país pasaron 12.166 ciudadanos de la Isla entre enero y septiembre de 2015 (unos 44 por día), y casi 2.000 la semana pasada (285 diarios), frente a 5.114 en todo 2014 (unos 14 por día).”
¿Ignora el MINREX las anteriores cifras? La Crisis migratoria cubana en Centroamérica tiene vieja data, explotó ahora al capturarse en suelo Tico una banda de traficantes de personas. La hipocresía gubernamental en La Habana hizo aguas ante tantas evidencias, su respuesta es típica, puede resumirse así:
La culpa de de los Estados Unidos por:
1-Mantener la política de “pies secos, pies mojados”.
2-Ejecutar el “programa parole para profesionales médicos cubanos”, instrumentado por Bush en 2006.
Conclusión: Eliminar la Ley de Ajuste y de paso, fin al bloqueo.
Sin embargo, en su afán justificativo, la diplomacia de Raúl Castro asegura que “salieron de Cuba Legalmente, y si desean volver, tienen derecho a hacerlo.”
Semanas atrás, al iniciar en La Habana su muy mediática visita, el Papa Francisco habló de diálogo y reconciliación entre los cubanos. ¿Llegó mareado el Sumo Pontífice tras un largo viaje aéreo trasatlántico?
Los dos miércoles últimos fueron testigos de un intento por analizar la repercusión del periplo papal entre nosotros, auspiciado el Fórum por los jesuitas de nuestro país. Se habló de “tender puentes, derribar muros, reconocer el conflicto interno, aceptar la necesidad del diálogo y la reconciliación.”
Un sacerdote sentenció entonces: “En Cuba siempre oigo hablar de eventos, eventos van eventos vienen. Se trata sólo de eventos. Pasan, vienen y se van, son solamente eso, eventos.”
Evidentemente en la Plaza de la Revolución no se reconoce conflicto alguno, los equivocados son otros, si decenas de miles de sus compatriotas viajan desesperadamente a otros países, buscando vías de inmigración alejadas de los tiburones de la Corriente del Golfo, pues nada, están mágicamente atolondrados por la Ley de Ajuste.
Un evento más para el gobierno actual en La Habana: “Las autoridades cubanas se han mantenido en contacto con los gobiernos de los países implicados, con el objetivo de encontrar una solución rápida y adecuada, que tome en consideración el bienestar de los ciudadanos cubanos.”
Sin embargo, el canciller tico Manuel González está realmente preocupado: San José informó que pediría a los gobiernos centroamericanos, y a los de México Colombia y Ecuador, realizar con urgencia una cita regional para debatir la crisis provocada por el flujo masivo de cubanos. El canciller costarricense sugirió, como solución temporal, la creación de un "corredor humanitario" multinacional para evitar que los emigrantes caigan en manos de redes traficantes de personas. (Diario de Cuba, noviembre 17)
En La Habana se desentienden del problema, culpando a los imperialistas gringos. Costa Rica está en el medio del camino con su acostumbrada vocación humanitaria. La Nicaragua de Ortega, ahijado de los Castro golpea a las víctimas en la frontera:
Una mujer cubana describió la situación en pocas palabras: “Nos tiraron gases lacrimógenos, nos dieron golpes, golpearon a las mujeres embarazadas, a los niños, nos han maltratado durísimo, dispararon. Estamos muy mal, necesitamos que nos ayuden”.
La Iglesia católica ruega por el espacio nunca concedido, desde la misericordia y la reconciliación. La marina mejicana rescató cinco nuevos arriesgados cubanos a borde un bote luego de pasar 35 días en el mar.
Excepto las impúdicas declaraciones del MINREX, nada de lo que está sucediendo es noticia en Cuba.

Por Mario Hechavarria Driggs 



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