Rolando López Duran, su esposa Ana y su hija
de siete meses, viven en un edificio ubicado en la calle Luz # 469 del municipio capitalino La Habana Vieja. El inmueble fue declarado
inhabitable por la Dirección Provincial
de la Vivienda.
“Hace
dos años que la señora Yolanda Viamontes,
directora provincial de la vivienda, prometió
ayudarnos”. Dice Rolando. “Ahora
nos dicen que tenemos que
esperar, porque tampoco hay albergues
para nosotros. Que quieren que el
edificio nos caiga encima”.
Según Rolando, el arquitecto de la comunidad, Julio C. Rosado, le
dijo que en La Habana Vieja, hay
miles de personas que viven hace años en los llamados alberques de transito con malas condiciones.
Sin embargo la población conoce que hay
viviendas en buen estado, que permanecen
selladas, porque el que la habitaba se marchó del país o falleció. Estas son destinadas
a militantes del partido comunista o
militares, personas altamente confiables
para el gobierno.
“Yo no
voy a esperar que el edificio me caiga
encima, me voy a meter con mi familia en una de esas casas selladas que hay por aquí y que Dios me
ayude”. Señaló Rolando.
La oficina provincial de la vivienda en su
informe del año 2013, decía a que el sesenta por ciento de los edificios del
municipio Habana Vieja estaban calificados con “estática milagrosa”, es decir se podían
caer en cualquier momento.
Por Mario Hechavarria Driggs
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