miércoles, 13 de abril de 2016

Márquez renuncia y el Cardenal se retira, comentan en La Habana.

Orlando Márquez, anunció públicamente su renuncia al cargo de Vocero oficial del cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana y también a su condición de Director de Palabra Nueva, revista auspiciada por esa arquidiócesis.
¿Coincidencia?, fuentes anónimas aseguraron que Su Eminencia Ortega ha comenzado a mudarse hacia su planificado retiro personal en el vetusto edificio del antes Semanario de San Carlos y San Ambrosio, donde radican, entre otras instituciones católicas, la Citada Palabra Nueva-mensual- y la trimestral  Espacio Laical.
Es significativo que Márquez concediera una entrevista a Yolanda Huerga de Martí Noticias, donde aseguró que su retiro obedece a “razones estrictamente personales”, aunque terminó explicando:
"Creo en la necesidad de los cambios y las renovaciones. Considero que ha llegado la hora de apartarme para que otros continúen la obra, según sus posibilidades y estilos, experiencias y vivencias, confiado en que siempre será al servicio de la Iglesia y de los lectores, desde la Verdad y la Caridad".
Martí Noticias representa el núcleo de lo que la dirección política comunista de Cuba considera injerencia norteamericana a través de los medios de comunicación, agresión a la soberanía nacional y por tanto, vínculo inadmisible si se trata de dialogar con el gobierno de La Habana.
Nada nuevo es leer que al renunciar El fundador de Palabra Nueva evita cualquier referencia directa al Cardenal u otro líder eclesiástico, ni siquiera críticas al poder católico.
Hace dos años renunciaron Lenier González y Roberto Veiga, entonces al frente de Espacio Laical, al insistirles sobre las causas respondieron aproximadamente lo mismo.
Por su parte, Dagoberto Valdés, polémico e incisivo Director de Vitral, revista católica pinareña, debió abandonar su trabajo dadas las presiones gubernamentales, sin hacer declaración alguna contra la Iglesia Católica.
Salta a la vista la actitud complaciente del Cardenal en retiro ante las autoridades comunistas, sobre el tema, Lenier escribiría un tiempo después, respondiéndole al investigador brasileño Alexei Padilla, según reseña de Diario de Cuba del pasado 7 de enero:
“Una mayoría de las estructuras institucionales de la Iglesia Católica cubana "no estaba de acuerdo" con el diálogo político con el régimen de Raúl Castro que impulsó, a partir de 2010, el cardenal Jaime Ortega. El proceso de diálogo que se inició en ese momento "polarizó políticamente a la Iglesia", afirma. Los detractores del acercamiento entre la Iglesia y el régimen consideraban que "con ese diálogo político la Iglesia no ganaba nada".
La renuncia de Orlando Márquez, confirmada, y el inminente retiro de Ortega, presagian un clima diferente si se trata del perdón o la misericordia esgrimidos por el catolicismo ante el poder omnímodo del liderazgo comunista en Cuba. El propio renunciante así lo escribió el 21 de octubre de 2015:
“Se trata de remover definitivamente  las restricciones que frenan el trabajo de las instituciones religiosas, para que la reciente visita del papa Francisco no sea un "paréntesis" en la vida nacional.”
¿Razones estrictamente personales?

Por Mario Hechavarria Driggs












No hay comentarios:

Publicar un comentario