viernes, 26 de septiembre de 2014

La policía política vigila templo católico.

Miembros  de la seguridad del estado y las llamadas Brigadas de Respuesta Rápida penetraron en el  Santuario de Nuestra Señora de la Merced en su  fiesta del 24 de Septiembre, para montar un operativo de vigilancia dentro del templo. En las escaleras que dan acceso a la venerada imagen de la Virgen, pusieron  mujeres con equipos de comunicación.  
Los feligreses que  se dieron cuenta del  operativo que con toda intensión profanaba el lugar   expresaron  su disgusto a la congregación de Hermanos Paúles. En la misa los sacerdotes  hicieron un llamado a las autoridades que respetaran la actividad religiosa y mantuvieran el silencio.
En los alrededores de la Merced  se  instalaron cámaras  de vigilancia que controlaban las calles. Camiones de la Brigada Especializada y autos patrulleros  se mantuvieron  cerca del lugar.
La fiesta mariana concluyó en horas de la tarde  con una  procesión de la Virgen dentro del templo, acompañada por los fieles y por la seguridad del estado sin que se reportaran incidentes.


Breve historia del culto a la Merced

La historia cuenta  que el 1 de agosto de 1218, el  santo Pedro Nolasco tuvo una visión  de la Virgen María, dándose a conocer como La Merced, la cual lo exhortaba a fundar una Orden religiosa con el fin principal de redimir a aquellos cristianos cautivos. En ese momento, la península Ibérica estaba dominada por los musulmanes, y los piratas sarracenos asolaban las costas del Mediterráneo, haciendo miles de cautivos a quienes llevaban al norte de África.
Se calcula que fueron alrededor de trescientos mil los redimidos por los frailes mercedarios del cautiverio de los musulmanes.
Fundada en 1218, se tienen testimonios de este nombre desde mediados del siglo XIII. En las primeras Constituciones de la Orden, en 1272, la Orden recibe ya el título de "Orden de la Virgen de la Merced de la Redención de los cristianos cautivos de Santa Eulalia de Barcelona".
En el año 1265 aparecieron las primeras monjas de la Merced. Los seguidores de la Orden de la Merced estuvieron entre los primeros misioneros de América, en la isla de La Española,  República Dominicana y Cuba.
Los seguidores de la  religión yoruba en Cuba,  veneran a la virgen de la Merced con el nombre de Obatalá. Este es un Oricha (santo), creador de la tierra y escultor del ser humano. Es la deidad pura por excelencia, dueño de todo lo blanco, de la cabeza, de los pensamientos y de los sueños. Hijo de Olofin y Olodumare. Cuando Dios bajó a la tierra a ver lo que había hecho, bajó acompañado de su hijo Obatalá, según dicen los que siguen esta religión.

Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente.


miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿A dónde irá a parar la Manzana de los Gómez Mena?

La Manzana de Gómez es un enorme edificio ubicado en La Habana Vieja, cuyas aceras interiores son auténticas calles sin tránsito vehicular, el mismo estaba a punto de causar  otro estruendoso derrumbe, cuando decidieron convertirlo en el Gran Hotel “Manzana”, bajo la firma de una compañía suiza.
La auténtica Manzana de los Gómez Mena data de 1917, parte del enorme patrimonio de esta acaudalada familia habanera de origen castellano español, dueña de varios centrales azucareros, entre ellos el antiguo Mercedita, rebautizado por la Revolución Gregorio Arleé Mañalich, emblemática agro industria de la fértil llanura roja habanera, cercana a Güines.
En su tiempo fue el centro comercial más importante de la capital cubana, sede de numerosas legaciones diplomáticas, academias dedicadas a promover el desarrollo económico, incluyendo el Instituto Iberoamericano de Cultura, presidido por el sabio Don Fernando Ortiz. Los Gómez Mena fueron llamados erróneamente “gallegos”, dada la costumbre criolla de aplicar este gentilicio a todos los peninsulares ibéricos, lo importante es que son recordados como exitosos negociantes, a la par mecenas de las artes y los deportes en nuestro país.
La promesa de un socialismo capaz de distribuir mejor la riqueza, además de aumentarla continuamente, fue el argumento para nacionalizar las propiedades de esta y otras muchas familias opulentas, terminando la famosa “manzana” en sede de varios centros educacionales, donde miles de habaneros de todas las edades concurrían diariamente. El piso bajo permaneció en su original condición de área para servicios comerciales y gastronómicos.
El edificio original se componía de unos 560 cubículos, con ocho elevadores divididos en cuatro secciones porque los arquitectos diseñaron dos auténticas calles cruzadas en su inmenso interior, dividiendo el inmueble a partir de esta cruz, alzada hasta cinco plantas. Nada igual fue visto en Cuba antes, compitiendo con lo mejor de su época en el mundo desarrollado.
Los años revolucionarios fueron pasando, cobrándole al edificio neoclásico las deudas de un continuado abandono. Numerosas habitaciones superiores fueron vaciadas ante el deterioro de sus estructuras, amenazando posibles derrumbes. Hay testimonios elocuentes de aulas donde las clases eran repentinamente interrumpidas durante una tormenta de verano porque nunca fueron reparados los ventanales.
Cuando finalmente decidieron venderle el edificio a la compañía helvética que pretende salvarlo, ni siquiera funcionaba uno de los ocho elevadores de antaño. Los estudiantes fueron finalmente evacuados, me imagino que muy contentos ante la disyuntiva de continuar subiendo aquellas empinadas escaleras de mármol, con numerosas losas partidas o definitivamente perdidas, con la obligación de pensar detenidamente cada paso.
Los Gómez Mena, emparentados con otras célebres familias de la aristocracia cubana, como los Fanjul y los Seiglie, terminaron en una mejor suerte fuera de sus lares, añorando al Club de pelota Almendares, la Academia de Historia de Cuba, varios museos y sus productivas fábricas de azúcar, especialmente el Mercedita, antes todo un símbolo nacional, hoy chatarra desaparecida por decisión gubernamental.
Los centros educacionales impuestos por la revolución acaban de evaporarse, las tiendas, heladerías y demás cafeterías igualmente desaparecieron; nada queda para los habituales habaneros que noche a noche invadían la manzana de Gómez junto al Parque Central. Ahora puede verse un cierre temporal, determinado por los peligros propios de la reconstrucción, cuyo final será otro hotel lujoso donde muy poca cabida tendremos nosotros.
Nada, primero le quitaron la manzana a los Gómez Mena, ahora acaban de quitársela a todos los cubanos.

 Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente.



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Ser negro en Cuba es todavía un grave problema.

A pesar de las repetidas consignas revolucionarias sobre el tema, afirmando un combate resuelto contra las prácticas discriminatorias a partir del color de la piel, los negros continúan siendo discriminados en la Cuba de hoy.
La hija de una vecina quedó prendada al ver por la televisión el clásico Ballet Giselle. Esto la  motivo para asistir con su mamá a una convocatoria lanzada en el mes de Junio por la Escuela Elemental de Ballet “Alejo Carpentier”. Inicialmente la pusieron a prueba, dudando de sus cualidades para la danza, sin embargo demostró ser la mejor del grupo de aspirantes.
Cuando regresó confiada en alcanzar algún día los grandes escenarios hasta hora sólo vistos por ella en la televisión, le sugirieron otras compañías de bailes folclóricos despiéndola con una sonrisa estudiada. No era concebible una Giselle de piel oscura.
Su experiencia fue confirmada cuando el mes pasado  tuve necesidad de utilizar un teléfono público. Es común colocar anuncios junto a estos aparatos. Mientras descolgaba el manófono quedé mudo, un letrero solicitaba jóvenes para ingresar en un cuerpo de baile, había un detalle, resaltado en esas letras llamadas casualmente “negritas”: no se admiten varones o hembras de piel oscura.
El letrero permaneció unos días más entre dos aparatos telefónicos, pegado a una de las paredes del piso inferior del muy conocido Ten Cent de la calle monte, alguien se atrevió a rayarlo, escribiendo ¡Racistas! Después el tiempo se encargó de borrar definitivamente esta ignominia.
Recientemente Silverio Portal Contreras, amigo al que llamamos  cariñosamente   “Negrón” por ser alto y de piel muy oscura, me contó que luego de presentarse  en la bolsa empleadora del Ministerio del Turismo con una solicitud en toda regla para trabajar en el cinco estrellas “Hotel Parque Central” de la compañía IBEROSTAR, recibió como respuesta, “espere un  telegrama compañero”.  
Ha pasado un año y todavía el “Negrón” se asoma al balcón de su casa cada vez que escucha el silbato del cartero.
Tener la piel muy oscura es un serio obstáculo si usted aspira a puestos de los llamados importantes en la vida social cubana. En la bolsa de trabajo las opciones para los negros están ligadas a la recogida de basura, la construcción, estibador en los muelles, sepulturero,  o personal doméstico.
La experiencia callejera, sumada a reiterados testimonios, confirma una orientación dada por los jefes superiores a la policía: mantener un interés operativo directo hacia los de piel oscura, considerándolos presuntos delincuentes.
Los calificativos empleados por la policía  para detener  a los negros, dejan a las claras el estigma de la piel: negro retinto, niche, betún, totí, chapapote, chardo,  inclusive cuando el color es muy fuerte, te llegan a decir, negro azul.
Es una pena, yo creí siempre que superaríamos un asunto de vieja data, una herencia hispánica marcada por la esclavitud,  pero aún andamos lejos de erradicar el mal. 
Hay  todo un mecanismo  encargado de perpetuar el racismo entre nosotros. Ser negro en Cuba es todavía un grave problema.

 Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente


miércoles, 10 de septiembre de 2014

Operativo contra fabrica ilegal de tabacos.

Oficiales del Departamento Técnico de Investigaciones  (DTI) desmantelaron  una fábrica clandestina de tabacos Cohíba y cigarrillos Criollos  ubicada  en una vivienda de  la  calle Empedrados # 17  en la Habana Vieja.
 El operativo realizado en la tarde del martes  se detuvieron a seis personas y se decomisaron equipos varios  electrodomésticos, dos prensas, sellos, rollos de papeles, cientos  de cajas de Criollos y  hojas de tabacos. Una fuente consultada dijo  que los detenidos trabajaban en la fábrica “Partagas”.
El tabaco Cohíba es una marca  de gran fama internacional. Algunos la sitúan como la mejor marca de puros habanos, y generalmente obtiene las puntuaciones máximas en las competiciones internacionales.
La marca se vende en todos los países con excepción de en los Estados Unidos, donde su venta está prohibida por el embargo económico Una caja de 5 habanos  tiene un costo aproximado de 200 CUC pesos convertibles. En el mercado negro el precio no pasa de los  20 CUC.
 Sin embargo los tabaqueros cubanos perciben un  mísero salario de 240 pesos moneda nacional y 15 pesos convertibles por estimulación.  Condicionado  por participar en  actividades políticas, asistencia y puntualidad.
En los comercios  se  vende la cajetilla  de  Criollos a siete  pesos  moneda nacional.  En  el mercado negro se vende a cinco pesos con el nombre de  “tupamaros”,  por tener mala calidad. 

Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente