miércoles, 24 de junio de 2015

Pablo Milanés toma la calle por sorpresa.

Luego de un inexplicable ostracismo de cuatro años, el cantautor se presenta sin aviso previo en el barrio de Jesús María, Habana Vieja.

Indetenible a pesar del doble cerco del público y la policía, Pablo Milanés y su banda sorprendieron  a los vecinos del barrio Jesús María, calles Corrales y Cárdenas, Habana Vieja, en la tarde del sábado, víspera del Día de los Padres.
Vino el recuerdo de los Beatles en la azotea del Apple Corps aquel 30 de enero de 1969, sorprendiendo a los asombrados fans con las canciones de su último disco Let it be. ¿Ultimas notas de nuestro querido Pablo? No es de creer aunque su postura crítica ante el envejecimiento del liderazgo revolucionario y su inoperancia marcan varios años de separación con el público propio, especialmente a través de los medios de difusión.
Sobre sí mismo y los 72 años vividos el fundador de la Nueva Trova dijo: "La vida te da muchas cosas sin contar contigo; una de ellas es la vejez. Y creo que resulta muy hermoso tener el cuerpo anciano y el espíritu joven, aunque al final, el espíritu también envejezca. 

De seguro pesan los años sesenta, cuando vivió la represión del llamado “quinquenio gris” en los campos de trabajo forzado llamados Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP). Posteriormente “La Gloria que se ha vivido” hasta la vergonzosa censura de los medios estatales de comunicación, dadas sus sinceras opiniones en torno a la realidad nacional.

No le pueden perdonar la solidaridad con el entonces en huelga de hambre Guillermo Fariñas, cuando opinó en marzo de 2010: “Esas cosas no se hacen. Las ideas se discuten y se combaten, no se encarcelan.”

Anoche la gente cantó, mejor aún vibró con Pablito, el pueblo sabe, se juntaron cientos de personas de forma espontánea, rodeados por decenas de policías, carros patrullas y agentes de la seguridad del estado, tal cual fuera el doble cerco de César a los galos en Alesia. 

Una vez más afloró el miedo, un mal augurio para el gobierno,

Con la impronta del artista la esquina de Corrales y Cárdenas fue tomada por el pueblo sin aviso previo. 

Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente.

El ocaso del mercado de libros viejos en Cuba.

Rolando “el ingeniero” lleva más de veinte años vendiendo libros de los aquí llamados de uso y raros: “Cada día hay menos venta, es más difícil obtener libros, la gente nos acusa de comprar barato y vender caro porque los clientes son mayormente turistas, pero hay que jugársela en la Plaza de Armas para saber la verdad.”
El mercado principal abarca unos 100 metros cuadrados frente al antiguo Palacio de los Capitanes Generales, hoy museo de la ciudad, allí se juntan cada día decenas de libreros con sus estantes portátiles, ofreciendo valiosas colecciones impresas al transeúnte, predominan los extranjeros, cualquier cubano desearía lo mismo pero la inhibición ante los libros es total:
“A quien se le ocurre pagar diez dólares por un libro de historia de Cuba, mi hijo que se quede con el de la escuela porque los “fulas” son para comprar la comida e ir ahorrándole los próximo zapatos.”
Tal respuesta no es casual, lo dice un señor que en la conversación demuestra amplios conocimientos y se quedó con las ganas de comprar La Historia de Cuba de Emeterio Santovenia, un texto rarísimo donde aparecen protagonistas de nuestro pasado sistemáticamente borrados por la historiografía comunista posterior.
Nuestro “ingeniero” vuelve a la carga con detalles del ocaso indetenible de lo que antes fue un próspero negocio:
“Aquí tengo días de pedir prestado para el almuerzo, hasta el agua fría tengo que pagarla. No puedes moverte, nunca se sabe quien vendrá a comprar y ese es el momento mágico. Si vendes un libro en diez, tal vez algo más, entonces haces lo de hoy y lo de mañana.”
El mercado de libros de uso y raros, incluye otros impresos como postales antiguas, fotografías y hasta numismática, surgió en la década del 90, cuando la crisis general desató el llamado Período Especial. Las editoriales nacionales redujeron sus tiradas, de paso aparecieron los turistas y muchos cubanos comenzaron a quitarle el polvo a todo lo que tenían almacenado en casa.
La conversación se anima con otro colega de una estantería aledaña, quien aporta otras experiencias:
“Es difícil encontrar algo nuevo, al paso de veinte años lo almacenado va acabándose.  Al comprar asumes todos los riesgos, el libro no es una prioridad, puede estar exhibiéndose un mes sin venderse, se necesita tener mucha oferta para que al final escojan tal vez un ejemplar entre muchos.”
Una pregunta asalta al periodista: ¿Cuántos permanecen, cuántos se han ido?
Rolando titubea, mira a su alrededor, cuenta con los dedos y al final responde:
“Al menos la mitad de los que empezamos allá por los noventa, no están ahora. Necesitas una suerte de suministradores, de buscar por aquí y por allá, también la magia de vender. Sin olvidar cumplir con los impuestos, el área de venta, un diez por ciento de los ingresos, la seguridad social y ya lo dije, los gastos diarios.”
Una rápida ojeada indica a las claras las posibles ventas: imagen Cuba, sobre todo el pasado que desapareció, de igual forma el folklore, la santería en primer lugar y celebridades, tampoco faltan las figuras emblemáticas de un pasado cuyo cuestionamiento es cada vez mayor: Los Castro, Che Guevara. Por cierto, una vez en confianza pueden aparecer textos prohibidos, impresos cuya sola muestra le acarrearía al vendedor la pérdida de su espacio en la plaza.
Otros muchos sitios de la ciudad ofrecen libros viejos, en la feria artesanal de la antigua súper tienda Fin de Siglo, el “Gordo Ismael” decidió cerrar la venta de libros: “Los libros no me dejan ni para comer, ahora vendo cine clásico, soy el único en La Habana con una colección de toda la filmografía premiada por Hollywood. Ahora hasta las bibliotecas digitales hacen la competencia.”
Un señor de la calle Reina esquina a Manrique, viejo vendedor, apunta la sentencia final: “Los Orishas me salvan, casi todas mis ventas tienen que ver con la santería, lo demás se parece al petróleo, un combustible fósil en fase de extinción.”

Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente.




miércoles, 17 de junio de 2015

Cuba, ¿racismo institucionalizado?, No; discriminación política, SI.

El 8 de enero de 1959 entró triunfal en La Habana  Fidel Castro Ruz, Comandante en Jefe de un ejército multicolor.  Había derrotado a otra tropa igualmente mestiza liderada por el general Fulgencio Batista “el indio de Banes”, según el decir de la época.
Hablando de coloraciones de la piel, racismo a las claras, es bueno hacer historia, porque desde hace algún tiempo aparecen algunos exportando un racismo al estilo Alabama 1955, ajeno a nuestra realidad.
Dentro de sus contradicciones, la naciente república marcó pautas, en  1909 tuvimos dos senadores electos de piel negra, ambos por el Partido Liberal: Martín Morúa Delgado y Nicolás Guillén Urra, padre del poeta comunista homónimo. Nada parecido era imaginable entonces entre nuestros protectores del Norte.
Fue particularmente polémica la Enmienda Morúa, presentada al congreso de la república en 1910 por el también notable periodista cubano:
“No se considerará en ningún caso como partido político o grupo independiente, ninguna agrupación constituida por individuos de una sola raza o color, ni por individuos de una clase con motivo del nacimiento, la riqueza o el título profesional.”

Terminada la segunda intervención norteamericana, el nuevo ejército profesional se ensañó con los Independientes de Color, partido ilegalizado por el referido texto constitucional.

El Ministro de Gobernación, Gerardo Machado, dirigió  la represión. En 1933 un amplio movimiento popular liquidó al entonces presidente, entre los rebeldes estaba Fulgencio Batista, devenido en General y Presidente, sería el político más influyente del país durante el próximo cuarto de siglo.

Las nuevas fuerzas armadas y demás cuerpos represivos fueron abandonando el marcado racismo de sus orígenes. El triunfo de Fidel Castro amplió aún más la tendencia anterior, dadas sus bases sociales y necesidades de sobrevivencia al eliminar de un tajo a los propietarios capitalistas cubanos y extranjeros, casi totalmente blancos.

¿Racismo?, por supuesto, no falta porque la herencia esclavista perdura. Si se trata de instituciones, es difícil identificarlo, no hay leyes, códigos o reglamentos sustentando tales prácticas, aunque, por ejemplo, con razón se alude al Ballet Nacional de Cuba, especialmente  a su directora, Alicia Alonso, acusada de manifestaciones y actitudes discriminatorias derivadas del color de la piel.

En cuanto a las estadísticas, sugieren pero nada prueban, los números suelen ser usados por oportunistas de cualquier bando.
¿Escasos generales negros al cabo de tantos años?
¿Ningún cubano de piel oscura en la lista del ajedrez?
¿No hay blancos boxeadores?
¿La mayoría de los peloteros son negros o mestizos?
¿Esteban Lazo campea como única excepción en la alta jerarquía?

Escoja cada cual sus posibles respuestas, pero no tendrá premisas vinculantes, probatorias, de prácticas racistas.

Agrego un dato excepcional de la antropología basado en la biología molecular: humanos y chimpancés compartimos entre  el 98,8 y el 99,4 % de genes comunes. ¡Adelante los teóricos de las estadísticas!

Ahora bien, si se trata de la discriminación política, derivada del partido único y el liderazgo del “infalible Comandante”, entonces sobran los testimonios de un ejercicio discriminatorio continuado de tales prácticas.

El pueblo cubano arrastra hoy las consecuencias del empecinamiento castrista, luego de perder la apuesta política de aliarse a los rusos en su aventura antinorteamericana.

Como siempre sucede durante las crisis prolongadas, los sectores más vulnerables cargan el peso de la situación: otra vez negros, mestizos e inmigrantes internos viven lo peor de un período que nada tiene de especial, a no ser la depauperación interminable de la nación.

Nuestra idiosincrasia anda lejos de la cultura anglosajona, ni con Batista ni con Fidel es imaginable una protesta como la de Rosa Parks en Alabama.

La religiosidad nacional, determinada por el sincretismo cristiano-africano, no excluye coloración alguna. Lo mismo sucede con la relación entre parejas, donde un creciente mestizaje es imparable.

Buscar racismo institucional, exportar una imagen ajena a nuestra realidad, entraña el peligro de desviarnos de los acuciantes problemas que enfrenta actualmente el conjunto de opositores al régimen imperante.

Aquí la segregación se llama internet bloqueado, huelgas de hambre de los presos de conciencia, las Damas de Blanco impedidas de manifestarse normalmente por las calles. Valientes hombres y mujeres de todos los colores, cobardes represores de todos los colores.
  
Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente.






viernes, 12 de junio de 2015

Golpe bajo en la 12ma Bienal de la Habana

Cuadros  de pintores   cubanos  fueron retirados de la sala“Taganana” del Hotel Nacional,  por no pagar el alquiler.
El  gerente del insigne hotel, Antonio Martínez, argumentó  que  la sala no podía  darse el lujo de exponer obras de arte  sin cobrar un centavo.
“El único responsable es  el Ministerio de Cultura por no pagar en tiempo y forma.” Señaló el directivo.
El artista de la plástica Juan Carlos Briñas considera que esto es  un “golpe bajo” contra los  artistas cubanos  que  trabajaron  muy duro para exponer  sus trabajos en la 12ma Bienal de la Habana.
 Informa Briñas que  el señor   Antonio Martínez es un  general del Ministerio del Interior, “retirado”, creador  de la firma extra hotelera Abuc (Cuba al revés), con fuertes vínculos en el gobierno.


“Es por eso que los pintores afectados,  quieren mantener el anonimato, por temor a represalias”.

Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente.

miércoles, 10 de junio de 2015

Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, entre el negocio y la represión.

“Tiene que ser un empeño de todos los gobiernos lograr en un futuro cercano que Internet sea una zona de paz y no un teatro de operaciones militares.”
La dictadura llama al combate, de acuerdo a las palabras de Abel Prieto, asesor del presidente Raúl Castro, al intervenir el pasado domingo en la clausura de la II Conferencia Internacional Nuevos Escenarios de la Comunicación Política en el ámbito digital 2015.
Las palabras estados, países, gobiernos, se repitieron hasta la saciedad durante las sesiones del evento, resultan ajenas al espíritu de la red de redes, tanto como el libre uso de los teléfonos móviles y  demás Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Semanas atrás en el parque central habanero se produjo una sonada manifestación opositora, de inmediato apareció la policía, uniformada y de civil. Espectadores ajenos a los sucesos sacaron sus celulares, incluso algún que otro turista, la furia de los agentes represores contra los eventuales fotógrafos fue igual o mayor a la desplegada sobre los opositores al gobierno.
Sin embargo, el pasado mes, en medio de las negociaciones entre Cuba y Estados Unidos en torno a una conexión telefónica directa, el monopolio estatal del sector, ETECSA, ejecutó una operación comercial sin precedentes: líneas 30/30, es decir, 30 pesos convertibles con 30 iniciales de cuenta libre para los usuarios, ampliando hasta tres el número de líneas posibles por persona natural.
Negocios son negocios, en Estados Unidos más de un millón de cubanos constituyen la clientela principal del monopolio estatal de las TIC en el estado totalitario.
Aunque caro, Internet es posible ahora para los residentes en Cuba, sin embargo, el llamado al combate del ex Ministro de Cultura indica a las claras la intención gubernamental de no perder el control sobre lo que cada ciudadano puede o no puede ver en la red de redes.
Desde hace tiempo hay páginas bloqueadas, sitios web totalmente inaccesibles, otros selectivamente intervenidos, de acuerdo a un aparato burocrático que día a día inspecciona el grado de libertad que merecen los habitantes de la Mayor de las Antillas.
Al terminar la batalla mediática de Panamá, perdida para la enorme delegación pagada por el gobierno de Raúl Castro, fuerzas policiales impidieron el normal recibimiento a Bertha Soler por parte de sus compañeras Damas de Blanco. La activista Ailer González denunció entonces en Diario de Cuba:
“El mensaje es claro, con Estados Unidos la careta benevolente, adentro la represión y la violencia”
Los augurios son el bloqueo, la intervención permanente de sitios web como, Miscelaneas de Cuba, Hablemos Press, Cubanet y Diario de Cuba, defensores del espíritu libre, fuera de intervenciones estatales, propio de Internet.
A partir de este martes ETECSA anuncia otra operación comercial, la recarga desde el exterior, duplicada en Cuba, para las cuentas de teléfonos móviles, aprovechando la cercana celebración del Día de los Padres.
Más de un 90% de tales recargas vendrán desde los Estados Unidos pero, advertencia, no intente hacer fotos indeseables en las calles del país, esas que serán incómodos testimonios de la represión cuando sean publicadas en Internet.

Bien lo dijo el asesor Abel Prieto, estamos en un “teatro de operaciones militares.”

Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente

miércoles, 3 de junio de 2015

Alcance Victoria en el malecón Habanero

  “Alcance  Victoria”, cumplió  cuatros años de estar evangelizando   en el malecón de la Habana. Cientos de personas escucharon las palabras del  pastor Abel Pérez Hernández, el domingo 31 de mayo.
En el culto el pastor Abel  habló sobre la importancia de evangelizar, como está escrito en la 2da carta a Timoteo cap. 4.
 “Solamente con la conversión al evangelio,  la nación cubana tendrá  la  bendición de Dios y  la prosperidad soñada”. “Las prisiones de Cuba están llenas de jóvenes desorientados”. “Conviértanse y crean en el evangelio”. Exhortaba  el pastor
Seguidamente  varias personas extendieron sus manos en señal   conversión y arrepentimiento de pecado. El ministro oró por ellos,   pidiendo  que los  convertidos  perseveraran  en los caminos de la Fe.
Un participante, Raúl Alizar Fusté, explicó a la prensa independiente que “Alcance  Victoria” es  un ministerio de la iglesia Bautista Aposento Alto, ubicada en la calle Carlos III,  municipio Centro Habana.
“Teníamos un  templo en la calle Apodaca de la Habana Vieja, el cual   fue cerrado  por las   autoridades”.   “Desde   ese día  estamos aquí,   predicando la palabra”.
La actividad religiosa terminó con cánticos  de alabanzas,    deseando  la paz y el bien común. En el lugar no se observo la presencia de la policía ni de otra autoridad.

 Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente