El Ministro del
Transporte Adel Izquierdo Rodríguez ha declarado que “Global Air estaba
responsabilizada del mantenimiento. Este avión lo habíamos rentado hace menos
de un mes. Conservamos toda la documentación donde se refleja que la
tripulación estaba certificada y apta.” La voz popular no cuestiona a los
pilotos mexicanos, más bien se pregunta por el historial del fatídico aparato y
su empresa.
Respetando el dolor desbordante ante las 111
víctimas, los hechos bien pudieron ocurrir antes o después, en México, Perú,
Chile o Guyana, así lo indican las primeras revelaciones sobre los antecedentes
de este y otros Boeing-737 bajo la administración de Damojh S.A. de C.V.,
también identificada con el nombre de Global Air.
El periódico
mexicano Milenio acaba de reproducir los testimonios acusadores del Capitán
Marco Aurelio Hernández, quien compartió cabina de mando con su homólogo Jorge
Luis Núñez, incluida la aeronave matriculada XA-UHZ donde este último acaba de
encontrar la muerte. Reproducimos algunos hechos muy significativos:
"Con el
equipo de—fútbol— Cruz Azul, viniendo de Paraguay a México, 140 millas antes de
llegar a Perú para recargar combustible tuvimos falla del motor izquierdo por
calentamiento.” (Año 2012)
En igual período, Jorge Luis y yo—Marco Aurelio— recibimos en
Santiago de Chile la reprimenda de un inspector del ramo: “Este avión es una
cafetera, te regresas porque esta basura no va a volar en Chile'”.
Aclara al respecto que “tengo
aquí en las manos el acta que levanté por falta de mantenimiento y porque el
avión ya había rendido lo que había rendido en el fuselaje, ese fuselaje ya
estaba vencido.”
Continua testimoniando el hoy
dolido Capitán ante la muerte de un colega: “Se nos fue el sistema eléctrico
despegando de México en una ocasión que yo venía a bordo, íbamos México-Cuba,
el jefe de mantenimiento iba a bordo también, tuvimos que regresar y reparar
las líneas de electricidad.”
De acuerdo con Associated
Press (AP) el Boeing 737-200 de triste memoria resultó suspendido en los cielos
guyaneses cuando volaba el destino Habana-Georgetown bajo identificación de la
compañía hondureña EasySky, aseveró Egbert Field Director de Aviación Civil de
Guyana. (Años 2016 al 17) Detalle de interés, la referida empresa es
considerada “de bajo coste” por la agencia de prensa.
Si hay dudas, este 22 de mayo
la redacción de Excélsior dio a conocer la decisión de la Dirección General de
Aeronáutica Civil de México (DGAC), en cuanto a:
“Derivado del lamentable
accidente ocurrido el pasado 18 de mayo, se está notificando a la empresa
Aerolíneas Damojh, S.A. de C.V. el inicio de una verificación extraordinaria
mayor, que cumple dos objetivos: verificar que las condiciones actuales de
operación sigan cumpliendo con la normatividad, así como recopilar información
para coadyuvar con la investigación del accidente. De igual forma, se está
notificando a la empresa la suspensión temporal de actividades en tanto se lleva
a cabo la verificación.”
Dentro de los argumentos que
avalan la anterior orden está la denuncia hecha el 14 de octubre de 2013 por el
ex piloto de Damojh, capitán Marco Aurelio Hernández. También se alude a un
aterrizaje forzoso por fallos en el tren de aterrizaje delantero el 4 de
noviembre de 2010.
La sospecha que se va
convirtiendo en voz popular dice: ¿Por qué rentar los servicios de semejante
entidad de la aviación?
Resulta impensable que las
autoridades cubanas implicadas desconocían cuanto aquí se escribe y más en
torno a la plaga de irregularidades acompañantes de Global Air. De la prensa
internacional se conoce la crisis en cuanto a medios aéreos de transporte de
pasajeros que acompaña a Cubana de Aviación. El beneficio de la duda apunta
hacia una renta relativamente barata, por demás cercana a nuestro país.
Por cierto, las
investigaciones de los desastres aéreos son lentas, meticulosas, involucran
muchas variables y detalles, hasta más de un año según declaró a Univisión TV
el Vicepresidente de la Flight Safety Foundation Frank Jackman esta semana.
Hay tiempo para largos
informes donde las responsabilidades suelen diluirse, las causas se van
divorciando del dolor causado ante la absurda muerte de cada pasajero. Queda
eso sí, una frase acuñada hace décadas por la propaganda política comunista
cuando de economía se trata: Hacer más con menos.
Hasta ahora la frasecita ha
retado sin respuesta a los economistas. El decir popular tiene una expresión
totalmente diáfana: Lo barato sale caro.