viernes, 28 de febrero de 2014

La Armada Rusa envía buque de inteligencia a la Habana.

_La Habana 27  de Febrero del 2014.
En horas del mediodía del  miércoles llegó al muelle Sierra Maestra  del puerto Habanero  el buque  CCB- 175  de la Flota del Norte, Armada Naval Rusa,  en  visita  no divulgada  por  los medios de información nacionales.
El CCB -175 es un barco de tecnología avanzada,  destinado para labores   de  inteligencia y  lucha  radioelectrónica, esto  significa  la utilización de equipos sofisticados  en  todos los niveles y modalidades de combate.
Los instrumentos  de  la nave le permiten recopilar cualquier  tipo de información,  crear interferencias radiales, bloquear  señales satelitales y pinchar líneas telefónicas. Además posee un  moderno sistema  de radar  MR- 800 Flag que le permite  una alerta temprana  con posibilidad de lanzar misiles  hacia el objetivo.
El almirante Vladimir Masorin  actual  comandante de la Armada Marítima Rusa  dijo en una ocasión  que su país  pretende construir  para los próximos años  la segunda fuerza combativa mundial, por lo tanto la armada rusa necesitaba  de puertos amigos.
 Hasta el momento de redactar esta nota informativa el gobierno cubano no ha ofrecido  detalles de tan distinguida visita.


Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Crece la delincuencia en la capital

Los asaltos a turistas extranjeros, el robo  en viviendas  y   propiedades del estado está creciendo en la capital.  Palabras del  capitán de la policía  Ignacio Villanueva  en una reunión efectuada en  el cuartel de la brigada especializada del municipio la  Habana Vieja en la tarde del pasado lunes.
 ¨La mayoría de los  delincuentes  son jóvenes menores de 20 años que ni trabajan ni estudian¨. Ellos seleccionan y marcan el objetivo  teniendo en cuenta el nivel económico. ¨Hay todo un estudio  para cometer el delito¨. Aseguró Villanueva.  ¨Se puede hablar de pandillas  con  nivel de organización¨.
El oficial  habló de la prostitución en las calles, el consumo de drogas y las medidas que se tomaran para enfrentar estos males. Una de esas medidas es el reclutamiento de  la juventud  comunista para que ingresen en el Ministerio del interior por un tiempo de servicio no menor de dos años.
Se activaran las guardias operativas de la policía con los miembros de los   Comité de Defensa de la Revolución y se actualizará el libro del potencial contrarrevolucionario que vive en la cuadra.

              Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente.

Un Coronel pide ayuda en Iglesia Habanera

Un  jubilado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias  pide limosnas en las puertas de la Catedral de la Habana porque según afirma, su jubilación  no le alcanza para vivir.
 Ramón Medina Criollo se retiró de las FAR  en el año 2002 con el grado de teniente coronel. Cumplió misiones internacionalistas en tierras de Angola y  Etiopia y recibe una pensión  de  350 pesos mensuales  equivalentes a  14 pesos convertibles.
¨Mi retiro es una mierda, no me alcanza  para  comprarme  un pantalón ¨ .¨El dinero se me va en comida  y me dura una semana.¨ Tengo que pedir dinero para vivir y la vida está muy dura¨. Se lamenta Ramón
 ¨El coronel¨ como le llaman sus amigos,  visita  todos los domingos la  Catedral de la Habana  para  sentarse en unas de sus puertas y pedir dinero con una jícara en la mano.  Algunos turistas  le regalan   monedas  y  pesos convertibles  que luego  las   cambia en un  Banco cercano.
¨Una vez un  Yuma (norteamericano)  me regaló veinte  fulas (dólares) ¨.   ¨Ese es el mejor turismo el de los yumas¨. Dice Ramón  ¨Al cura  no le gusta que  pidan  dinero,  te   llama  la policía,  pero  si tu sueltas  uno o dos fulas  los guardias  te dejan tranquilo y el cura también¨.
Junto con  Ramón   se sientan  otros  ciudadanos en  el mismo estado de indigencia.  Indagar sobre el pasado  de estas personas es interesante:
Silverio Portales ex atleta del equipo provincial de boxeo,  ahora vendedor ambulante de Ron casero, conocido como Chispaetren y adicto a los psicofármacos.
Carmen María fue trabajadora  de  playa Varadero,  ella es adicta al crack o Piedra.  Esta  droga se  elabora con agua, cocaína y bicarbonato de sodio,  su consumo ha crecido en la capital. Carmen  se prostituye  para comprarla  a  10 pesos convertibles.
Guillermo  combatiente de la guerra de Angola, hundido en el alcohol pide limosnas por las calles para alimentar su vicio, su  familia no lo soporta,  no quiere saber de él.
  La lista es larga y diversa. Basta un análisis caso a caso para corroborarla, anteriormente tal fenómeno no era visible en nuestra ciudad.
¿Qué pudo sucederle a seres humanos trabajadores, responsables, llenos de vida, para terminar de tal manera su existencia?
 Nuestros indigentes  son víctimas, representan a los inadaptados ante la difícil situación  que vive hoy Cuba.

 Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente

miércoles, 19 de febrero de 2014

Venezuela está que arde

Venezuela está que arde, dicen los comentarios en La Habana, en tanto Las Damas de Blanco continúan paseándose por las calles habaneras, con sus gladiolos, rodeadas de un verdadero ejército de oficiales de la seguridad del estado, más atentos a cualquier gesto de los transeúntes que al caminar de estas valientes mujeres.

En Caracas es otra cosa, los opositores le están robando las calles al gobierno, descargando su ira contra las últimas medidas económicas que representan una intromisión directa del estado en la gestión económica de los empresarios privados, sobre todo en los pequeños y medianos negocios.

El desabastecimiento y la miseria en Venezuela hacen recordar nuestras permanentes carencias, eternizadas por el fracasado modelo socialista que nos impusieron. Evidentemente los venezolanos no desean llegar a tal extremo y están adelantándose a un posible destino, palpable en la Isla del Caribe presentada como su hermana de lucha.

En Cuba también hay enfrentamientos al régimen, pero el panorama es bien diferente. Bertha Soler líder de las Damas de Blanco se logra entrevistar con el presidente de los Estados Unidos, en tanto sus compañeras son arrestadas y golpeadas ante la  mirada silenciosa de los ciudadanos que las ven desfilar por las calles.

 Nos llega la noticia de una huelga de hambre iniciada por José Luis García Pérez (Antúnez) en Villa Clara, quien fuera injustamente despojado, en su propia casa, de su computadora y otros artículos personales por la policía. En la capital la luchadora pacifica Martha Beatriz Roque Cabello es acosada y golpeada en su propia vivienda.

Sin embargo, poco o nada de reacción se aprecia entre la mayoría de los  líderes de la oposición, cada uno enajenado en su proyecto personal, sin vertebrar una acción colectiva capaz de mover al pueblo, tal y como es apreciable en Venezuela, donde en liderazgo ha sido capaz de articular un programa que tiene temblando al Presidente Maduro y sus colaboradores.

Una vez el dictador en jefe Fidel Castro, ante la inminencia de ser capturado por el ejército de Batista, escuchó de parte de un  Teniente de apellido Sarria, jefe del pelotón que lo llevaría a prisión: No disparen, las ideas no se matan. Tampoco disparan balas contra Antúnez, Martha Beatriz o las Damas de Blanco, simplemente utilizan el acoso, el golpe y la prisión, sin importarles los derechos humanos.

En Caracas puede esperarse la próxima caída del chavismo, removido por la acción popular, concertada y unida por un evidente plan de todos los opositores. En Cuba debemos de formar líderes que sean capases de conducirnos sin  ambiciones personales.
De momento, nos mantenemos a la expectativa, Venezuela está que arde.

Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente



                                                                                                                                

El Congreso de los Trabajadores de Cuba

El escandaloso engaño al cual someten hoy en día a los médicos cubanos en Brasil, expresa a las claras la dura realidad de un sindicalismo sometido a los designios del binomio Partido-Estado, caracterizando el panorama laboral cubano, previo al XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), a iniciarse este jueves.

Una ojeada a los últimos artículos del periódico “Trabajadores”, calificado como órgano oficial de la CTC, reconoce que el tema salarial fue el asunto más mencionado por los obreros en las asambleas que desde hace meses debaten un nuevo código del trabajo. La tónica del semanario es justificar la imposibilidad de un aumento general en los sueldos, condicionados al incremento de la producción y la productividad.

No hay ingresos para dar más, nos dicen, sin embargo, los dos primeros médicos desertores del nuevo programa de salud impulsado en Brasil, donde participan más de 7000 profesionales cubanos, indican con sus declaraciones una realidad bien diferente: El gobierno de Dilma Roussef paga al Ministerio de Salud Pública cubano unos 4200 dólares mensuales por galeno, en tanto estos reciben directamente sólo 400 durante su estancia en tierras sudamericanas. Otros 600 se les depositan en Cuba a la espera de su regreso, en tanto el resto, pasa de ¡tres mil!, se lo embolsilla el estado.

Los llamados “desertores”, al conocer la verdad de parte de colegas provenientes de otros países, igualmente involucrados en el proyecto, declararon sentirse engañados.

Seguramente los dirigentes estatales en La Habana  argumentarán que tal dinero servirá para financiar un modesto aumento salarial en el sector, además de distribuirse en otros planes sociales. Nadie puede saber cuánto de verdad hay en tales presupuestos porque los laborantes de la salud, agrupados en su respectivo sindicato o en las asociaciones de profesionales, no tienen capacidad de reclamar su justo lugar a la hora de negociar los contratos correspondientes.

Antes de partir hacia Brasil, los médicos firman, si no están de acuerdo, otros esperan  la oportunidad de irse al exterior, aunque sea por esos mínimos 400 dólares.

Otro marcado ejemplo del autoritarismo estatal en materia del trabajo lo encontramos en la extensión del sistema cooperativista a nuevas áreas de gestión económica, tales son los casos del transporte y la gastronomía, aunque pueden citarse algunos más.

De buenas a primeras llegan las autoridades administrativas representativas de las empresas involucradas, les acompañan supuestos líderes sindicales y dirigentes partidistas; frente a la mesa directiva la asamblea escucha los dictámenes, cuya única opción es aceptar las directivas y pasar a constituirse en cooperativas. Votan como zombies y, ya sabemos, La suerte está echada, diríamos recordando al paradigma de los dictadores.
Los comentarios dicen que a ciertas cooperativas les va más o menos bien, a otras mal pero en tal caso nada se comenta. Saber la verdad es harto difícil, se necesita el sinceramiento de los involucrados, algo casi imposible de hacerse público.

El problema es que los cubanos, ante un despotismo que no hallan como quitarse de encima, han optado por la simulación y el engaño, generador de la corrupción masiva, extendida horizontal y verticalmente en toda la sociedad y sus estructuras económicas.

El tema va directamente al asunto primordial del momento: los ingresos de los trabajadores.

La opinión del semanario supuestamente representativo del sindicalismo nacional, es un eco de otras declaraciones partidistas, que hacen hincapié en lo que se ha convertido en un auténtico círculo vicioso: Si no hay productividad, si no se esfuerzan más, no tendrán mejoras salariales, pero, he aquí el dilema, la gente no quiere esforzarse porque la paga no cubre sus necesidades básicas de sustento; queda un camino: robar.

Asistimos a una pléyade de variantes para sustraer parte de los recursos o ingresos monetarios controlados por el estado autoritario. En la gastronomía siempre te servirán menos de la norma; en las fábricas se llevarán parte de las materias primas; en otros comercios alterarán los precios, y así sucesivamente, convirtiendo los servicios en un auténtico caos, generando permanente insatisfacción dentro de la clientela, igual al pueblo.

Tal es el panorama antes de un congreso sindical que sólo servirá para vestir de traje a sus miles de delegados, invitándoles a comer bien durante varias sesiones de trabajo y eso sí, a cambio, aplaudir con entusiasmo a sus infalibles dirigentes.

 Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente.





miércoles, 12 de febrero de 2014

El furibundo ataque a los contenedores de basura.

Según datos de la prensa oficial cubana, pasan de dos mil los contenedores de basura que desaparecieron el pasado año en la capital, con un centrado liderazgo en cuanto a las pérdidas, el municipio Habana Vieja, famoso por sus atracciones turísticas.

La muy nombrada “Old Town” de los turistas, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, además de sus muchos museos y monumentos, exhibe por doquier los restos de los depósitos plásticos robados noche a noche, basta con mirar las ruedas de cualquier carrito manipulado por un vendedor ambulante, proceden directamente de los receptáculos que protagonizan este artículo.

El auge de las ventas por cuenta propia es un fenómeno nacional, magnificado en la capital cubana dado sus más de dos millones de habitantes, además de cifras importantes de turistas. Se trata del principal mercado de la nación. La pregunta es ¿Por qué la cogieron con los contenedores de basura?

Muy sencillo, son de plástico y tienen ruedas. Las ruedas sirven para fabricar carretillas de diferentes tipos, destinadas a transportar materias primas o mercancías, asunto primordial si de los habaneros se trata, pero especialmente sensible en la Habana Vieja, cuyas calles estrechas, además de las diversas prohibiciones al tránsito de vehículos, hacen de estos improvisados carricoches artículos imprescindibles.

De paso, el plástico, como se conoce, es reciclable, sirviendo de materia prima a otros cuentapropistas, fabricantes de artículos tales como mangueras, tuberías destinadas a la construcción, juguetes,cubos y hasta chancletas por sólo citar cinco de entre los muchos destinos finales de este material.

Hay que sumar la competencia en los precios porque tales productos pueden venderse ventajosamente frente a parecidos ofertados en las tiendas recaudadoras de divisas, TRD o Shoopings, como se les conoce en Cuba. La gente pobre, aunque se trate de un par de chancletas un tanto toscas, sin son baratas, las compran antes que irse a una tienda cuyos precios emulan con los de cualquier comercio similar en los Estados Unidos.

Realmente la pérdida de los contenedores de basura crea serios problemas a la higiene ambiental en La Habana, las autoridades, incluidos Inspectores Estatales y la Policía, están en jaque ante la imparable acción de los depredadores. Cuba es hoy un hervidero de insatisfacciones, ante la menor acción represiva por un hecho normalmente calificado como vandálico, aparecen respuestas iracundas, inclusive violentas, por parte de los infractores:

Vender es la única opción que nos queda, inventar algo, vivir de lo que hacemos. No hay donde comprar las rueditas con precios asequibles y tenemos que luchar. Los guardias- la Policía- se fijan en nosotros y hacen de la vista gorda ante otras muchas ilegalidades. Nos dejaron sin trabajo, hay muchos jubilados con una paga que no les da ni para los cigarros. Mejor en la cárcel que conformarme con los 200 pesos del gobierno.

Finalmente las autoridades se nutren igualmente de cubanos, gente que tiene familia y vive situaciones similares. No es fácil cerrar los ojos y reprimir a mansalva.
Cada día hay más atrevimiento por parte de la ciudadanía. Semanas atrás decenas de holguineros, trabajadores por cuenta propia, chocaron con la policía al manifestarse contra la acción de los Inspectores Estatales. En otras partes del país, incluida La capital, se dieron manifestaciones parecidas, originadas por las más diversas causas.

No estamos ante un hecho casual, tampoco frente al asunto particular de los contenedores de basura. La furia de la población va creciendo en la misma medida que pasa el tiempo y puede desencadenarse a partir del más sencillo de los asuntos.

El indetenible ataque a estos necesarios depósitos plásticos con ruedas es una premonición.



 Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente




El azúcar vuelve a ser protagonista de nuestra historia.

Recientemente el Washington Post publicó una entrevista al magnate azucarero Alfonso Fanjul, quien reconoce haber realizado varias visitas a su país de origen con el objetivo de tantear la posibilidad de invertir parte de su cuantiosa fortuna en la otrora principal agroindustria cubana.

Es bueno recordar que en años recientes el gobierno comunista convirtió en chatarra más de la mitad de su industria azucarera, considerándose incapaz de producir con la eficiencia necesaria para competir en el mercado mundial. Hoy parece que la dulce gramínea está cobrándoles la afrenta a los líderes revolucionarios por su improvisada decisión.

La tendencia creciente de los precios en el sector alimenticio a nivel mundial llevó al actual gobierno castrista a una obligada rectificación. Sólo rectifican errores cuando no hay más remedio. Ahora tomaron la inusitada decisión de otorgarles a los empresarios brasileños el manejo del central “5 de septiembre”, ubicado en la sureña provincia de Cienfuegos.

De acuerdo al reporte del periodista Fernando Rasverg, acreditado en Cuba por BBC Mundo,  los tecnócratas cariocas invertirán hasta 120 millones de dólares con el objetivo de triplicar la producción de la citada fábrica azucarera, contando además con derechos adicionales de administración, generalmente negados a quiénes gestionan la agricultura cubana.

Fanjul tantea el futro posible, por ahora negado dadas las leyes norteamericanas, país donde él vive, sin embargo no es despreciable su actitud, tratándose de un empresario especialmente avalado por el éxito, además con fuerte influencia dentro del Partido Demócrata, particularmente con la familia Clinton.

Si un buen día es derogada la legislación del Embargo, los gobernantes cubanos estarían ante un reto: Permitir las inversiones de capital a sus compatriotas que viven en otros países. Se trata de un desafío político y ético a la vez.

No obstante, otras reacciones polémicas apuntaron contra el atrevido magnate azucarero, de parte del Senador Mario Rubio y de los Congresistas Díaz-Balart y Ross Lethinen: “Estoy sorprendido y avergonzado”, dijo el primero, “intenta realizar negocios sórdidos con el diablo”, expresó la última.

Tal parece que el dinero no tiene fronteras y los escrúpulos desaparecen tan pronto surgen posibilidades de ganancias. Otros opinantes apuntan: Los brasileños pagarán salarios de miseria a nuestros macheteros, por supuesto en moneda nacional, contarán con un sindicato incapaz de protestar y negociarán directamente con el monopolio estatal.

En Brasil hay fuertes denuncias ante la explotación abusiva de los trabajadores en la agroindustria del azúcar, confirmadas inclusive por Amnistía Internacional. En Cuba tales denuncias carecen de efectos reales como está ampliamente probado.


Si Fanjul alcanzara finalmente su propósito, tendría que acatar las normas dictadas por los comunistas que gobiernan en su patria, sería de hecho un cómplice del estado cubano. El floreciente multimillonario “olvidó” que esos mismos que aún mandan aquí, le confiscaron sus propiedades 55 años atrás.

El azúcar le está cobrando sus desmanes al liderazgo revolucionario; primero fue considerada locomotora de la economía nacional, cuando intentaron realizar la Gran Zafra de los Diez millones, terminando en un estrepitoso fracaso; posteriormente al desmantelar más de la mitad de las instalaciones agroindustriales al determinar, de repente, que era una actividad económica inviable.


Ahora vuelve el dulce producto al primer plano, originando lógicas controversias, como corresponde a su histórico protagonismo en la vida nacional. Este Lagarto Verde chapoletea sin rumbo fijo, mareado por tantas vueltas caprichosas, buscando al fin su rumbo en las aguas cálidas del Caribe.
Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente.

viernes, 7 de febrero de 2014

Cubanos condenados por peligrosos.

Ciertas “leyes” en Cuba permiten condenar a las personas sin juicio previo, de forma esporádica o permanente, según el criterio de las autoridades. Estas reglas se identifican dentro de un estatuto llamado “peligrosidad”, cuya aplicación tiene marcadas intenciones políticas.

Caso reciente: la cumbre de la CELAC. Al directo, la policía del régimen, bajo el liderazgo de sus órganos aquí llamados Departamento de la Seguridad del Estado, limitó la capacidad de movimiento de aquellos opositores políticos evaluados como “peligrosos”. Los activistas antigubernamentales fueron advertidos de mantenerse en sus casas, evitar reuniones públicas o cualquier acto posible de ser considerado como desorden público, so pena de ser inmediatamente encarcelados.

No es la primera vez, tal actitud se mantiene desde hace años, buscando el menor protagonismo posible en la vía pública para los disidentes, cuyo número aumenta año tras año. La contrapartida es permitirle a un Presidente, en este caso el chileno Sebastián Piñera, reunirse con algunas figuras connotadas de la oposición.

La táctica es impedir a toda costa que estos líderes reúnan simpatizantes, ganando la calle como muestra de su creciente influencia entre las masas.
El temor de las autoridades castristas es real, como se demostró recientemente en la ciudad de Holguín, cuando centenares de trabajadores por cuenta propia desafiaron a la policía, reclamando sus derechos, violados por una decreto gubernamental injusto que permitió confiscarles sus mercancías, retirándoles la licencia, además de imponerles elevadas multas en dinero.

Otra muestra de miedo a las ideas ajenas sucedió el pasado miércoles en el conocido parque de La Plaza de Armas, en la muy turística Habana Vieja, cuando dos jóvenes cristianos de la iglesia Mormona predicaban el Evangelio y fueron detenidos por la policía, con el absurdo de decirles que se trataba de un área pública no clasificada como aceptable para sus prédicas. Los cristianos terminaron provisionalmente en los calabozos de la Policía Nacional Revolucionaria.

Como es práctica común en Cuba, las leyes tienen un origen al parecer loable, luego tergiversado cuando se aplican. El tristemente célebre “peligro” surgió amparado por luchar contra los delincuentes comunes, particularmente los muy violentos, incluyendo a los relacionados con la drogadicción.

Se implementó un sistema que, bajo el control policial a nivel de barrio, con las opiniones del Comité de Defensa de la Revolución y el Partido Comunista, suponía un consenso para aceptar la detención y procesamiento, hasta cuatro años de privación de libertad, para aquellas personas  que según ellos eran peligrosas, aún sin probarles debidamente un delito. 

Una mayoría aceptó el hecho, suponiendo que así estarían las calles más tranquilas. Lo cierto es que la delincuencia campea por sus respetos, la violencia no se detiene, pero el margen “legal” creado permite sacar de circulación a los opositores políticos, previa advertencia, cuando exista una situación juzgada por el gobierno como contraria a la seguridad del estado.

La doctrina es que la calle es para los revolucionarios, o sea, los simpatizantes del gobierno, en tanto cualquier imagen de apoyo popular a los disidentes es considerada como un mal ejemplo. La Revolución será defendida a todo trance, nos dicen, aun violando las elementales normas del derecho establecidas en cualquier nación del planeta.

 Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente.