Dueños de
restaurantes o paladares,
declararon a la prensa independiente que invirtieron entre 5000 cuc y 10
000 cuc para la apertura de su negocio. Las cifras varían en dependencia del
lugar escogido y el capital invertido, incorporando
propiedades de la familia como muebles y vajillas.
En
todos los casos el peso mayor en la inversión inicial fue en la reparación y
acondicionamiento del local, considerando el estado general de las viviendas.
La mayoría de los entrevistados
declararon que el dinero provino
de un familiar en el exterior, especialmente de los Estados Unidos.
Los entrevistados afirmaron que los cambios económicos que están teniendo
lugar en Cuba son irreversibles. Muchos declararon confianza sobre el futuro de
sus negocios y dijeron no tener miedo a la competencia, pues se sienten capaces
de brindar un servicio de calidad.
Paladar
es un término empleado en Cuba para designar a los restaurantes montados y dirigidos por cuenta propistas.
Uno de los más populares en comida
criolla es ¨La Bella Andaluza¨ ubicado en el casco histórico de la Habana Vieja. La dueña
es una española casada con un cubano, el lugar es muy visitado por turistas extranjeros.
Algunos
han
alcanzado renombre internacional por su calidad y lo sólido de su propuesta
gastronómica. Nombres como "La Guarida", "Doña Blanquita" o
"Los Nardos", son de obligada referencia para los turistas que buscan
donde comer en La Habana. Pero no para el obrero cubano que vive
de su salario y tiene que alimentarse con lo que le toca por la libreta.
Por Mario
Hechavarria Driggs, periodista Independiente.
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