Agentes del
orden detienen y recogen a ciudadanos con limitaciones físicas o mentales,
llamados ¨deambulantes¨, que se dedican a pedir dinero en el caso histórico de la capital. El teniente
coronel Carmelo Figueredo jefe del orden interior en la Habana
Vieja dijo en la emisora Habana Radio que en
Cuba no hay ¨mendigos¨, si no ciudadanos que no quieren trabajar, es decir
¨vagos¨. Carmelo es el encargado de
dirigir el operativo de ¨saneamiento¨.
Los policías utilizan un ómnibus
para el
llevar a los vagabundos al ¨deposito¨ de la prisión Combinado del Este. En ese lugar
se clasifica a la persona según su estado de salud, física
y mental. Los que son del interior se
quedan para luego ser deportados hacia el lugar de origen. Los de
la capital son enviados
al hospital
psiquiátrico de la Habana ¨Mazorra¨ donde son internados en la sección ¨La Colonia¨.
La mendicidad en
la Habana la practican aquellos que necesitan dinero para vivir, obligados por el desempleo, la
enfermedad, el alcoholismo y la
drogadicción entre otras cosas. Estas
personas generalmente carecen de un hogar y se ven obligadas a vivir a la
intemperie. Ya es común observar a
mujeres con niños en los brazos pidiendo ayuda para comer.
Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente
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