miércoles, 4 de marzo de 2015

Multitudinario recibimiento a la papa en La Habana.

La Papa recibe ahora un múltiple y bullicioso recibimiento en La Habana, luego de un año de ostracismo económico. Finalizando febrero arribaron los primeros camiones desde provincias, comenzando la distribución y venta del preciado tubérculo, progresivamente por los municipios capitalinos.
“Allí parece que va a tocar una orquesta”, comentaba ayer un señor a las puertas del mercado cooperativa de las calles Subirana y Desagüe. Cientos de personas se aglomeraban en otras unidades de venta similares, como la cercana al Parque Trillo en el barrio Príncipe o el Mercado “El Arrollo”, de la popular esquina Los Cuatro Caminos.
Las papas se venden a 1 peso cada libra, moneda nacional, con un tope de 20 libras por persona en la cola, aunque pudo apreciarse cierta flexibilidad en cuanto a esta cifra, debido a la necesidad de agilizar el paso de tantas personas por el punto de pesaje y pago.
Aún así, en todos los sitios de comercialización se personaron agentes del orden público junto a inspectores estatales, debido a que, entre otros problemas, compradores y vendedores tienden a excederse en cuanto a la norma fijada, buscando mutuas ventajas de la actual coyuntura, creada por el largo período de escasez anterior.
Aunque sin mayores consecuencias, se reportaron numerosos incidentes violentos entre la multitud de ciudadanos, sobre todo en aquellos puntos de venta donde no se alcanzó un nivel de organización mínimo para controlar la justificada aglomeración de personas.
En el mercado-cooperativa de la calle Arrollo la fila de compradores se mantiene relativamente bien organizada desde el lunes cuando comenzó la venta de la Papa. No faltan los policías e inspectores, conociéndose de una multa equivalente a 1500 pesos moneda nacional, impuesta a un ciudadano que compró un saco repleto del tubérculo.
Aún así, lejos de los mercados, vigilando el posible asecho de la policía, abundan los revendedores con el pregón del momento:” ¡Ven, coge tu papa aquí!”, vendiendo jabas de nylon con cinco libras por un peso convertible, equivalente a un dólar estadounidense o 25 pesos moneda nacional.
Entre los muchos esperando, un comentario repetido es que, semanas atrás, varios camiones descargaron papas en el puerto de La Habana, directamente hacia un barco militar ruso, ocasionando la protesta airada de cientos de capitalinos.

Ante esta nueva quimera de la papa, una señora sentenció: “Entre los revendedores y el estado están haciendo una buena zafra”.

Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente.

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