La Papa recibe ahora un
múltiple y bullicioso recibimiento en La Habana, luego de un año de ostracismo
económico. Finalizando febrero arribaron los primeros camiones desde
provincias, comenzando la distribución y venta del preciado tubérculo,
progresivamente por los municipios capitalinos.
“Allí parece que va a
tocar una orquesta”, comentaba ayer un señor a las puertas del mercado
cooperativa de las calles Subirana y Desagüe. Cientos de personas se aglomeraban
en otras unidades de venta similares, como la cercana al Parque Trillo en el
barrio Príncipe o el Mercado “El Arrollo”, de la popular esquina Los Cuatro
Caminos.
Las papas se venden a 1
peso cada libra, moneda nacional, con un tope de 20 libras por persona en la
cola, aunque pudo apreciarse cierta flexibilidad en cuanto a esta cifra, debido
a la necesidad de agilizar el paso de tantas personas por el punto de pesaje y
pago.
Aún así, en todos los
sitios de comercialización se personaron agentes del orden público junto a
inspectores estatales, debido a que, entre otros problemas, compradores y
vendedores tienden a excederse en cuanto a la norma fijada, buscando mutuas
ventajas de la actual coyuntura, creada por el largo período de escasez
anterior.
Aunque sin mayores
consecuencias, se reportaron numerosos incidentes violentos entre la multitud
de ciudadanos, sobre todo en aquellos puntos de venta donde no se alcanzó un
nivel de organización mínimo para controlar la justificada aglomeración de
personas.
En el mercado-cooperativa
de la calle Arrollo la fila de compradores se mantiene relativamente bien
organizada desde el lunes cuando comenzó la venta de la Papa. No faltan los
policías e inspectores, conociéndose de una multa equivalente a 1500 pesos
moneda nacional, impuesta a un ciudadano que compró un saco repleto del
tubérculo.
Aún así, lejos de los
mercados, vigilando el posible asecho de la policía, abundan los revendedores
con el pregón del momento:” ¡Ven, coge tu papa aquí!”, vendiendo jabas de nylon
con cinco libras por un peso convertible, equivalente a un dólar estadounidense
o 25 pesos moneda nacional.
Entre los muchos
esperando, un comentario repetido es que, semanas atrás, varios camiones
descargaron papas en el puerto de La Habana, directamente hacia un barco
militar ruso, ocasionando la protesta airada de cientos de capitalinos.
Ante esta nueva quimera de
la papa, una señora sentenció: “Entre los revendedores y el estado están
haciendo una buena zafra”.
Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente.
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