En
La Habana los huevos vendidos a 1.10 pesos la unidad venta libre,
comenzaron a ofertarse a similar precio pero con la cuota de 5
unidades por consumidor bajo control en la libreta de
abastecimientos. La noticia fue confirmada por varios carniceros
consultados al respecto.
Los
criterios de la población van desde la aprobación al rechazo según
los propios intereses:
Una
cuenta propista llamado Elio, que trabaja como dulcero dijo: “El
negocio se detiene, ahora hay que exigirle a los clientes que traigas
sus propios huevos para elaborar los pasteles.”
Otro
señor, sin embargo, aprobó la medida: “Así es mejor porque se
frena a los revendedores que pregonan el producto por las calles a 2
pesos y más. Cuando llega el huevo se forma tremenda cola y si no lo
comprar ese día, al siguiente se acabó y caes en manos de los
bandidos.”
No
se trata solamente del mencionado alimento básico, desde Ciego de
Ávila al centro del país, se confirmó el racionamiento de las
galletas y el jabón de baño, algo similar ocurre en otras
provincias cubanas.
La
medida, de urgencia después del huracán Irma, golpea al creciente
sector de cuenta propistas vendedores de alimentos elaborados pues se
trata de materias primas para sus ofertas diarias.
Por
otra parte un afectado por el fuerte meteoro confirmó que en el caso
de los materiales de la construcción, aunque en teoría hay
prioridad para quienes sufrieron daños considerables en sus
viviendas, la práctica dista mucho de lo prescrito: “Sigue el
trapicheo con la arena, el cemento y demás, por cierto, los precios
no han cambiado, son los mismos, muy altos para el bolsillo de la
mayoría.”
Muchos
coinciden en que el estado anda lejos de controlar la especulación,
el mercado negro continuará su marcha ascendente y los que tengan
dinero seguirán favorecidos en Cuba, negación del proclamado ideal
socialista revolucionario.
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