Mientras Obama y Raúl
ofrecían un espectáculo de cordialidad anhelado por muchos en el mundo, la
capital cubana era sacudida con el arresto violento de cientos de opositores que
trataron de conmemorar el Día Mundial de los Derechos Humanos.
Hay fotos que revelan la
brutalidad policial, inclusive contra mujeres, específicamente Las Damas de
Blanco y sus acompañantes. Finalizando el año 2013 de la Era cristiana, asombra
semejante grado de represión en Cuba, cuando las actitudes públicas del nuevo
gobierno expresan una intención conciliadora, de lenta pero mantenida apertura.
¿Es que el actual liderazgo
político no puede controlar a sus instituciones policiales?
Tal parece que se trata de
una política doble, tan doble como la moral predominante en la burocracia
comunista que se ha hecho dueña del país.
Lo único que explica tamaña
incongruencia es el miedo, sin embargo, la paradoja es que este acendrado temor
parte de quienes ostentan los atributos de la fuerza, contando con todos los
elementos para sentirse cómodos en el poder. Una vez más vale el refrán que
dice: Las apariencias engañan.
Es evidente que temen un estallido
popular. La táctica es impedir a toda costa la concentración de los opositores
en un lugar, por mínima que sea la cantidad de personas reunidas. Ellos, los
represores, saben perfectamente que de suceder una vez, muy pronto se
convertiría en algo masivo, imposible de contener.
Ejemplo de ello fue el ensañamiento contra Antonio Rodiles, promotor
del Estado de Sats, quien fuera salvajemente golpeado. Bertha Soler, líder de Las Damas de Blanco, su esposo Ángel Moya y Lázaro Fresneda, bajados
a la fuerza de un ómnibus en un aparatoso operativo policial. En la Plaza de la Revolución, Carlos Manuel
Figueroa Alvares y Santiago Montes de Oca, fueron arrestados por pedir la libertad del norteamericano Alan
Gross y de los presos políticos.
La prensa oficial es cero a
la izquierda ante semejantes sucesos, ni siquiera reflejan los “actos de
repudio”, supuestamente manifestaciones del pueblo revolucionario y cederista
en defensa de la Revolución. Ni
ellos mismos se creen sus mal elaborados
guiones teatrales.
La lentitud de la apertura,
su parcialidad y los conocidos retrocesos, muestran la excesiva cautela que
acompaña al octogenario Jefe de Estado cubano. Aun así, la situación se
caracteriza por una acumulación de desmanes, errores y crecientes dificultades
que son imposibles de resolver por quiénes hoy gobiernan.
Evidentemente la sostenida
represión a los pacíficos opositores cubanos se ha quedado fuera de la
historia. La perseverancia va ganando frutos lentamente, unida a la imposibilidad
de silenciar los sucesos, dada la naturaleza esencialmente democrática de los
modernos medios internacionales de comunicación.
Corresponde desearle a mi
pueblo una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo, ojalá el 2014 venga
acompañado del fin de un estado represivo imposible de sostener, cuyas imágenes
avergüenzan a millones de personas en el mundo.
Las ideas de Cristo, Gandhi, Luther King y Nelson
Mandela iluminan a los que exigimos el
final de esta pesadilla.
Por Mario Hechavarria Driggs,
periodista Independiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario