La Habana y Santiago de
Cuba definen la ruta principal del transporte a lo largo de la isla mayor del
Caribe. En la capital, al tomar el tren a las seis de la tarde, te informan que
deberá llegar a la importante ciudad oriental 16 horas después.
De llegar puntual a su
destino, la caravana de coches habrá
recorrido unos 900 kilómetros al paso de una auténtica tortuga sobre rieles-60
kilómetros por hora-, no obstante, ganando confianza con las compañeras de la
oficina de información en la terminal, el pasajero será advertido de que
usualmente “En Camagüey no se sabe bien qué pasa porque allí siempre hay mucha
demora.”
De no existir otros
frecuentes contratiempos, el viaje se considerará normal si al menos alcanza al
otro extremo de su derrotero en 20 horas. La noche ocupa el mayor tiempo de
esta odisea diaria, buena elección porque el sueño mitiga parte de las
incomodidades que acompañan al viajero.
Las maletas van en sus
compartimientos habituales, separadas de los pasajeros, sin embargo, la gente
carga con numerosas jabas, ahora las de nylon son muy populares, donde estarán
las vituallas de cualquier persona previsora: Agua congelada en pomos de
plástico de litro y medio, llamados en Cuba “pepinos”. También envases
plásticos con alimentos para el viaje.
Si faltó la previsión o el
largo viaje terminó con los abastecimientos, entonces queda como única opción
comprarle a los vendedores ambulantes, apostados en cualquiera de las numerosas
paradas que hace la caravana ferroviaria, generalmente las capitales de
provincia.
Los llamados en Cuba
“merolicos”, ofertan bocaditos de todo tipo, dulces y especialmente el más
preciado tesoro de cualquier viajero: las “balas”. No se trata de armamento
bélico alguno, son los conocidos “pepinos”, llenos de agua fría, vendidos a
diez pesos por unidad.
Usualmente el tren
Habana-Santiago cuenta con diez coches, cada tiene entre 76 y 82 asientos
promedio, sin aire acondicionado, ventanillas pequeñas, baños donde el agua
corriente desaparece durante las primeras horas del viaje, mientras sube el
calor y se acumulan los desperdicios de unas 800 personas, cuya angustia crece
ante cada inesperada demora durante el trayecto.
Son frecuentes, casi
permanentes, las paradas esperando un cruce con otro vehículo ferroviario,
esperando vía libre para continuar el viaje. Cuba no ha dedicado el dinero
indispensable tratándose de ampliar y modernizar su infraestructura de líneas
férreas. Es inexplicable tratándose de una isla larga, llana y estrecha, con el
orgullo de haber sido el primer país latinoamericano que tuvo ferrocarril.
Años atrás, aprovechando
coches de segunda mano comprados a Francia, se inauguró a bombo y platillos un
“servicio especial”, bastante confortable, denominado expreso, programado para
12 horas. El entonces Vicepresidente Carlos Lage declaró que: Se devolvería íntegro el importe del pasaje
a cada pasajero si el incumplimiento del itinerario era superior a una hora.
La orientación gubernamental
fue cumplida durante varios meses, finalmente la empresa Ferrocarriles de Cuba
debió desestimarla porque sus cuentas bancarias estaban en déficit permanente.
Actualmente ni siquiera hay servicio especial, la información en la terminal de
La Habana aclara que se trata de un “Servicio regular”.
El pasaje cuesta 30 pesos
moneda nacional entre los destinos extremos, el pasajero pagará, de una forma u
otra, varias veces más este precio supuestamente módico, sólo por vivir la
Odisea de un viaje el tren entre La Habana y Santiago de Cuba.
Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente
Hola Mario, encantado de encontrarte por este medio.
ResponderEliminarSoy Onofre García, fotógrafo de Murcia - España que tengo previsto viajar a Cuba por segunda vez, en este viaje aparte de otros lugares, pienso realizar viaje en tren desde La Habana a Santiago de Cuba, por lo que tu comentario es muy interesante y da información sobre este tipo de transporte.
Un cordial saludo y si cuando esté en La Habana podemos comunicarnos y conocernos seria un placer.
Para ver mi trabajo fotográfico: teclear en google mi nombre o en mi web ---www.onofregarcia.com
Hola Mario, encantado de encontrarte por este medio.
ResponderEliminarSoy Onofre García, fotógrafo de Murcia - España que tengo previsto viajar a Cuba por segunda vez, en este viaje aparte de otros lugares, pienso realizar viaje en tren desde La Habana a Santiago de Cuba, por lo que tu comentario es muy interesante y da información sobre este tipo de transporte.
Un cordial saludo y si cuando esté en La Habana podemos comunicarnos y conocernos seria un placer.
Para ver mi trabajo fotográfico: teclear en google mi nombre o en mi web ---www.onofregarcia.com