El
Vaticano confirmó la próxima visita a Cuba del Papa Francisco, tercer sumo
pontífice en menos de dos décadas, en La Habana, durante la última semana santa,
Diario de Cuba.com publicó lo siguiente: “El
cardenal Ortega ha manifestado que…”ya no quedan presos políticos. Hace poco
que salieron unos cuantos, pero de esos que habían creado problemas. Él [Raúl
Castro] tuvo la voluntad de suprimir aquello".
Recientes
informes del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) consignaron 552
detenciones arbitrarias en la Isla durante el pasado abril, de ellas 337 contra
mujeres, cifras topes en lo que va de año.
Tres
papas en menos de veinte años visitan un país signado durante medio siglo por
el ateísmo científico, capaz de inmiscuirse en la vida personal, familiar, de
los ciudadanos.
Tal
y como es ampliamente conocido fuera de Cuba, la vida del preso político Yuriet
Pedroso corre grave peligro tras dos meses de huelga de hambre, hospitalizado
en Santa Clara. ¿Deberá esperar por un acuerdo entre los Jefes de Estados del
Vaticano y La Habana?
Antes
de la votación que convirtió a Jorge
Mario Bergoglio en Francisco, precisamente el Cardenal Ortega conoció de una
ponencia donde el primer Pontífice no europeo de la historia escribió:
“La Iglesia está llamada a salir de sí
misma e ir hacia las periferias, no sólo las geográficas, sino también las
periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la
injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento,
las de toda miseria.”
Escasa respuesta ofrece hasta hoy la
jerarquía católica cubana ante el reto proclamado por Su Santidad Francisco,
próximo visitante que será recibido con una pompa similar o superior a la de
cualquiera de los secretarios generales de varios partidos comunistas
vitoreados décadas atrás en nuestro país.
Cercano a los ochenta años, el purpurado
antillano espera su relevo, tal vez venga dentro de los habituales obsequios
papales en septiembre próximo. Otros líderes se saben igualmente próximos al
final de su ejecutoria política.
En La mayor de las Antillas la gente
aspira a mucho más que a la tercera visita de un Papa. Por cierto, del referido
documento elaborado por el todavía cardenal argentino, resalta una frase un
tanto rebuscada, al estilo eclesiástico, cuya cita precisa explicación y
respuesta inmediata:
“La Iglesia, cuando es autorreferencial,
sin darse cuenta, cree que tiene luz propia... y da lugar a ese mal tan grave que
es la mundanidad espiritual.”
De eso se trata, de la “mundanidad
espiritual”, digámoslo con franqueza, de tener el valor del desafío, de salirse afuera de la vida diaria, fácil,
segura, para comprometerse con conceptos antes referidos por el inminente Papa
del 2013: “Dolor, injusticia, ignorancia
y prescindencia religiosa, pensamiento.”
Nuestro país precisa de una renovación
total y la Iglesia Católica es parte de este imperativo histórico... De no
conseguirse el propósito, al paso del tiempo los cubanos comentarán
masivamente en las calles lo que desde
ahora muchos dicen:
¡Ahí viene el otro Papa! ¿Bueno y qué?
Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente