miércoles, 27 de mayo de 2015

Rosa Ma Payá, ¿refugiada en los Estados Unidos o en Cuba?


El regreso a La Habana de Rosa María, la hija del desaparecido líder  cristiano Oswaldo Payá Sardiñas, plantea el dilema: ¿Refugiada política en Miami? No parece confirmarse que la vida de esta atribulada muchacha corría peligro en Cuba,  mientras su padre vivía en peligro permanente y murió en circunstancias sospechosas aún no aclaradas.
Sin embargo, la existencia de una oficina para los refugiados políticos en la hasta hoy Sección de Intereses de los EE.UU. está justificada, la represión violenta sigue creciendo, hechos y datos así lo confirman:
Recientemente un  hombre apuñaleó a la Dama de Blanco, María Luisa Arango Presibal,  recibiendo  la blanda condena de 4 años de privación de libertad.
La Comisión Cubana de Derechos  Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRC) ofrece cifras elocuentes sobre arrestos a disidentes: Marzo, 492; abril, 610; mayo, más de 500.
No se vislumbra una disminución de la política represiva, todo lo contrario, un informe de la CCDHRC advierte:
“No se espera un mejoramiento significativo, al menos a corto plazo, en cuanto a la situación de derechos civiles y políticos y otros derechos fundamentales, debido a la posición inmovilista del Gobierno y a su oposición a cualquier esfuerzo o propuesta a favor de las urgentes reformas jurídicas, económicas y políticas que necesita y merece el pueblo de Cuba”.
Por supuesto, se trata del creciente número de personas que desafían al régimen en las calles, nunca de Rosa María Payá.
En el otro lado del estrecho, arribar vía ilegal significa refugio inmediato si se consiguieron los “pies secos” exigidos por la actual interpretación de la Ley de Ajuste de 1966, privilegio para los cubanos porque viven bajo una dictadura comunista.
Lo cierto es que a tierras norteamericanas está arribando una auténtica invasión de oportunistas procedentes de la Antilla mayor, dicen escapar de la dictadura pero en realidad son meros inmigrantes económicos.
Semanas atrás el Presidente Obama declaró a la agencia Reuters que la decisión de sacar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, “no se basará en si el régimen realiza actividades represivas o autoritarias en su propio país, sino en sus vínculos actuales con el terrorismo internacional.”
De paso, desde Miami autoridades del condado Dade solicitaron al Congreso una reevaluación de la citada ley de ajuste, no plantean su revocación, pero si, valga la redundancia, reajustarla a las actuales circunstancias políticas.
El caso de Rosa María viene a confirmar las preocupaciones sobre tan antiguo problema de las relaciones cubano americanas sin que por ello se justifique derogar la legislación firmada por el entonces presidente Johnson.
Mucho menos eliminar la oficina de atención a los muchos perseguidos políticos, que deberá continuar actuando desde la futura embajada de los EE.UU. en La Habana, aún cuando se plantea el dilema de si la hija de Oswaldo Payá es una refugiada política.

 Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente


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