Pasado el
mediodía era posible calcular unas cien mil personas, al final de la tarde
mucho más: “Desde que abrimos las puertas a las 6,30 de la mañana el desfile es
interminable”, coincidieron los custodios Abel y Ernesto de la necrópolis
habanera.
Cuba no
conoce de otra concentración pública espontánea, fuera de los llamados actos políticos,
religiosos, artísticos o deportivos, sencillamente un mar de pueblo invadió el
cementerio de Colón este domingo día de las madres.
Afuera,
entre la calzada de Zapata y la intersección de calle 12 hasta 23, el tráfico
quedó interrumpido. Otro mar, de flores, acompañaba a los transeúntes rumbo a
donde descansan las madres, esos seres inevitables que un durante mucho o poco
tiempo animaron nuestras vidas.
Habían
puchas pequeñas de a diez pesos moneda nacional, hasta ramos pagados por 120,
sin importar el desembolso. Al menos una flor llevaron las personas camposanto adentro.
“Estamos
liberándonos del pasado, antes hasta la visita a una iglesia era algo mal
visto, entonces no se valoraba el acto de amor, de veneración, relacionado con
ir al cementerio y rogar por el difunto
querido.”
Así se
expresó una señora junto a la bóveda, limpiando cuidadosamente el sitio, en
tanto colocaba sus flores, rezaba y saludaba a sus vecinos en la mañana de
domingo.
No faltaron
las flores en la “Milagrosa”, monumento dedicado a la joven Amelia Goyre de la Hoz, fallecida un 3 de Mayo de 1901. La
religiosidad popular le atribuye poderosos
milagros.
El
religioso encargado de la ceremonia
habitual previa inhumación, hermano Miguel Ángel, confirmó: “cada día crece
nuestro trabajo, los dolientes solicitan los sagrados oficios con más frecuencia, sentimos un
creciente apego a la fe.
Al caer la
tarde, el periodista contó en varias ocasiones entre 100 y 200 personas por
minuto, cruzando el amplio pórtico doble
del cementerio dedicado al ilustre navegante considerado el descubridor del
Nuevo Mundo.
La
aritmética supera cualquier cálculo tratándose de una convocatoria espontánea,
preguntando a los viejos trabajadores de la necrópolis habanera, la respuesta
fue unánime:
“Muchas más
personas que el año anterior, desde hace varios años viene dándose esta
explosión de público en el cementerio, es algo apoteósico.”
Tal parece
que la familia cubana añora su resurrección, acto imposible sin la presencia
sublime de las madres, donde quiera que estén.
Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente.
¡Gracias por tus reportajes, Mario!
ResponderEliminarLástima que nunca los ves, pero ahí estarán. Tienes un numeroso publico agradecido de tu desinteresada labor patriótica.
El día que me pregunten acerca de un director para un buen diario cubano es a ti a quien pienso recomendar.
Blas Anaya
Editor CubaenVivo.Net
EL CASTRISMO PISOTEÓ LA FE RELIGIOSA DE LOS CUBANOS
ResponderEliminarPor Blas Anaya, Historiador
Editor de CubaenVivo.Net
Es cierto, en CubaenVivo.Net no somos Católicos pero no aceptamos a supuestos amigos que quieren aprovecharse de la Internet para decirle groserías al Papa Francisco y a las autoridades religiosas sea de la denominación que sean.
De hecho rechazamos a quienes escriben obscenidades y groserías online. Esta vez no mencionaremos nombres pero de insistir aquellos burdos transgresores de las buenas costumbres en tratar de involucrarnos con ellos, vamos a publicar señas y pelajes y cuanta información tengamos a nuestro alcance para desenmascarar a los implicados.
Estábamos allí cuando se disparó la prostitución y el vicio
Varios de los que colaboramos en CubaenVivo.Net no somos tan jóvenes como pudiera parecer y estuvimos allí cuando el castrismo pisoteo la fe religiosa de los cubanos, encarcelo a miles de fieles de varias religiones, obligó a emigrar a un número significativo de religiosos, desmantelo las hermandades de ayuda y educación cívica de los creyentes, ¡qué no hicieron los Hermanos Castro contra la fe religiosa del Cubano!
Muchos de nosotros estábamos allí cuando desequilibrada la sociedad, en parte por la falta de las organizaciones e instituciones religiosas, se disparó de forma desmesurada los peores males que afronta la sociedad como la prostitución y el vicio, la promiscuidad, el robo, hurto y apropiaciones ilícitas, violación, incesto, corrupción de menores y una veintena más de desgracias sociales que aún persisten -y que muchas de ellas se han agravado.