miércoles, 13 de mayo de 2015

Domingo día de las madres en el cementerio de Colón

Pasado el mediodía era posible calcular unas cien mil personas, al final de la tarde mucho más: “Desde que abrimos las puertas a las 6,30 de la mañana el desfile es interminable”, coincidieron los custodios Abel y Ernesto de la necrópolis habanera.
Cuba no conoce de otra concentración pública espontánea, fuera de los llamados actos políticos, religiosos, artísticos o deportivos, sencillamente un mar de pueblo invadió el cementerio de Colón este domingo día de las madres.
Afuera, entre la calzada de Zapata y la intersección de calle 12 hasta 23, el tráfico quedó interrumpido. Otro mar, de flores, acompañaba a los transeúntes rumbo a donde descansan las madres, esos seres inevitables que un durante mucho o poco tiempo animaron nuestras vidas.
Habían puchas pequeñas de a diez pesos moneda nacional, hasta ramos pagados por 120, sin importar el desembolso. Al menos una flor llevaron las personas camposanto adentro.
“Estamos liberándonos del pasado, antes hasta la visita a una iglesia era algo mal visto, entonces no se valoraba el acto de amor, de veneración, relacionado con ir al cementerio y rogar por el difunto  querido.”
Así se expresó una señora junto a la bóveda, limpiando cuidadosamente el sitio, en tanto colocaba sus flores, rezaba y saludaba a sus vecinos en la mañana de domingo.
No faltaron las flores en la “Milagrosa”, monumento dedicado a la joven  Amelia Goyre de la Hoz,  fallecida un 3 de Mayo de 1901. La religiosidad popular le atribuye  poderosos milagros.
El religioso  encargado de la ceremonia habitual previa inhumación, hermano Miguel Ángel, confirmó: “cada día crece nuestro trabajo, los dolientes solicitan los sagrados  oficios con más frecuencia, sentimos un creciente apego a la fe.
Al caer la tarde, el periodista contó en varias ocasiones entre 100 y 200 personas por minuto, cruzando el  amplio pórtico doble del cementerio dedicado al ilustre navegante considerado el descubridor del Nuevo Mundo.
La aritmética supera cualquier cálculo tratándose de una convocatoria espontánea, preguntando a los viejos trabajadores de la necrópolis habanera, la respuesta fue unánime:
“Muchas más personas que el año anterior, desde hace varios años viene dándose esta explosión de público en el cementerio, es algo apoteósico.”
Tal parece que la familia cubana añora su resurrección, acto imposible sin la presencia sublime de las madres, donde quiera que estén.

Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente.

2 comentarios:

  1. ¡Gracias por tus reportajes, Mario!

    Lástima que nunca los ves, pero ahí estarán. Tienes un numeroso publico agradecido de tu desinteresada labor patriótica.

    El día que me pregunten acerca de un director para un buen diario cubano es a ti a quien pienso recomendar.

    Blas Anaya
    Editor CubaenVivo.Net

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  2. EL CASTRISMO PISOTEÓ LA FE RELIGIOSA DE LOS CUBANOS

    Por Blas Anaya, Historiador
    Editor de CubaenVivo.Net

    Es cierto, en CubaenVivo.Net no somos Católicos pero no aceptamos a supuestos amigos que quieren aprovecharse de la Internet para decirle groserías al Papa Francisco y a las autoridades religiosas sea de la denominación que sean.

    De hecho rechazamos a quienes escriben obscenidades y groserías online. Esta vez no mencionaremos nombres pero de insistir aquellos burdos transgresores de las buenas costumbres en tratar de involucrarnos con ellos, vamos a publicar señas y pelajes y cuanta información tengamos a nuestro alcance para desenmascarar a los implicados.

    Estábamos allí cuando se disparó la prostitución y el vicio

    Varios de los que colaboramos en CubaenVivo.Net no somos tan jóvenes como pudiera parecer y estuvimos allí cuando el castrismo pisoteo la fe religiosa de los cubanos, encarcelo a miles de fieles de varias religiones, obligó a emigrar a un número significativo de religiosos, desmantelo las hermandades de ayuda y educación cívica de los creyentes, ¡qué no hicieron los Hermanos Castro contra la fe religiosa del Cubano!

    Muchos de nosotros estábamos allí cuando desequilibrada la sociedad, en parte por la falta de las organizaciones e instituciones religiosas, se disparó de forma desmesurada los peores males que afronta la sociedad como la prostitución y el vicio, la promiscuidad, el robo, hurto y apropiaciones ilícitas, violación, incesto, corrupción de menores y una veintena más de desgracias sociales que aún persisten -y que muchas de ellas se han agravado.

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