En
Cuba hay hechos que jamás serian noticia, de acuerdo con la voluntad de los
dirigentes del Partido Comunista, que controlan los medios de información. ¨El
derrumbe de un edificio en la calle San Rafael # 160, del municipio Centro Habana
y la muerte de dos ciudadanos.
El
hecho ocurrió en la mañana del pasado sábado, cuando las intensas lluvias que
azotaron la capital, terminaron por desplomar un edificio inhabitable
pero, habilitado por decenas de familias
provenientes del interior del país.
Luego
de cercar el área con la ayuda de la policía y ubicar la técnica adecuada para
el trabajo a realizar, los trabajadores de la empresa de demolición del poder
popular, se sentaron a esperar a que los jefes les garantizaran el almuerzo y
la merienda del domingo, si no trabajarían hasta media mañana.
Pasaron
el día echando abajo pedazos de balcones y otros salientes arquitectónicos,
cayó la noche y con las sombras nocturnas, llegaron unos ciudadanos, llamados popularmente buzos, dispuestos a
jugarse el todo por el todo, robarse unos ladrillos y las vigas de acero,
aspirando a unos pesos de más. Pero resulto fatal, la caída principal de las
columnas del vetusto edificio,
sepultó a uno de los buscadores de
¨tesoros¨, mientras el otro cayó
mortalmente herido al tratar de huirle al pronosticado derrumbe.
Los
buzos son ciudadanos que ¨luchan¨ (trabajan) por cuenta propia. Se meten en los latones de basura para
recoger algo y venderlo que, recogen ladrillos de los derrumbes, para
luego venderlos. Con buena suerte, 500
unidades serán unos dos mil pesos ganados en escasas horas y las vigas de acero
valen cada una 20 fulas (pesos convertibles). Según se dice la calle esta
difícil y los pesos perdidos.
Se
conoce que en el lugar había guardia nocturna porque allí quedaron equipos e
instrumentos propios del trabajo iniciado el día anterior. El frente del
edificio fue cercado para proteger a vehículos y peatones en una calzada de
mucho tránsito. Sin embargo siempre hay como entrar en estas peligrosas ruinas
si existe la posibilidad de correr el riesgo, pagando unos pesitos de más.
Hubo
seguramente las conocidas palabras de: “No se metan ahí, miren que eso se cae
en cualquier momento”, pero pasaron por alto la advertencia y la final nadie vio nada.
Pero
el trágico final llegó con dos muertos,
acompañado de la rápida demolición y limpieza del área, sin la presencia
de las autoridades o un medio informativo del gobierno. Allí no pasó nada.
De qué hablamos entonces.....tal vez algunos
recuerden a las víctimas, entre tantos otros comenten sobre otros buzos que
lograron burlar la muerte por unos cuantos pesos en otro derrumbe.
…
Que en paz descansen los fallecidos... ….¨En Cuba la vida sigue igual.
Por
Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente.
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