jueves, 19 de mayo de 2016

Nuevas medidas represivas al trabajo por cuenta propia

La reciente protesta masiva de los bicitaxeros en La Habana viene acompañada del próximo desalojo a los cientos de vendedores por cuenta propia instalados en la planta baja de la antigua tienda por departamentos Fin de Siglo, ubicada en la céntrica esquina de Galiano y San Rafael, Centro Habana.
Rey Alonso lleva diez años ofreciendo lo mejor del cine mundial a su numerosa clientela, ayer accedió a contar el actual dilema de Fin de Siglo:
“Aquí lo pago todo, los sobres donde va cada DVD, la tinta, los anaqueles, la transportación y 900 pesos CUP cada 15 días por el arriendo, además de los consabidos impuestos.”
El rumor, confirmado, es que la tienda, ubicada en una esquina privilegiada de la ciudad si de comercio se trata, será arrendada a una compañía extranjera, ¿qué sucederá con ustedes?, es la siguiente pregunta:
“Es como para entregar la licencia, pero llevo mucho tiempo en esto, al menos me busco el diario. Nos reubicarán en varios puntos de la ciudad, sin derecho a réplica. Ya se sabe, nunca nos han mostrado cariño, somos algo que no tienen más remedio que soportar.”
¿Y el sindicato qué dice?-  Rey sonríe irónicamente y contesta- “El sindicato poco puede hacer porque el estado es propietario del local, por tanto, lo arrienda a quien mejor le parezca, un negocio «en grande», dicen ellos, es mejor que muchos chiquitos.”
Por su parte los bicitaxeros, aunque propietarios de sus vehículos, enfrentan las calles, que según la filosofía reinante en Cuba, pertenecen a la revolución, es decir, a la burocracia gobernante. Recientemente fue noticia el desfile masivo-protesta- de decenas de estos cuenta propistas, frente a los edificios gubernamentales en la emblemática Plaza de la Revolución.
Allí entregaron  las multas impuestas por la policía, que oscilan entre 750 y 1500 pesos CUP, debido a numerosas restricciones, sobre todo del tránsito, que literalmente les impiden ejercer su trabajo.
“La circulación está prohibida para nosotros  en numerosas calles de la ciudad ni siquiera podemos rodar por la calle O’Reilly  paralela con Obispo. Imagínense, por ahí sube y baja todo el turismo, nuestros principales clientes. Obispo es sólo peatonal, ¿qué nos dejan entonces?, explicó Omar, sudoroso después de un largo rodeo para llevar una pareja hasta cerca de la catedral.
Las medidas represivas contra los que ejercen trabajos por cuenta propia vienen y van, en ocasiones provocaron airadas protestas, como la protagonizada en Holguín por los vendedores de ropas y zapatos importados en enero de 2014.
Un caso sonado, la primera huelga con resultados positivos, ocurrió igualmente en la oriental ciudad de Banes, cuando los carteros se negaron a entregar correspondencia y periódicos, descontentos por la reforma salarial aplicada. Esta vez consiguieron del estado una modificación sustancial a su favor de la remuneración. Aunque son trabajadores estatales, su labor se vincula al cuenta propismo ya que ejercen de mensajeros y reciben pago adicional por ello.
El próximo desalojo de cientos de vendedores de su céntrica ubicación en la esquina de Galiano y San Rafael, junto a la masiva protesta de los bicitaxeros, manifiesta los vaivenes de la política represiva gubernamental contra la economía privada en Cuba.


Por Mario Hechavarria Driggs

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