Después supe que los dos antivirus
más utilizados en Cuba no reconocen este hijo mal nacido de la familia Wilson.
Probando con Avast fue lo mismo. Estaba ante un serio problema.
Promosoft.exe se aloja en la
carpeta Inicio y, si usted inserta cualquier USB, inmediatamente se reproduce
en la misma, impidiendo detenerla. Por el momento no encontraba la manera de
eliminar al molesto enemigo de mi trabajo diario.
Volví al Palacio de la
Computación, hablé con varios trabajadores, directamente con los encargados de
la transferencia de las actualizaciones, pero no encontré sensibilidad hacia el
asunto, menos respuesta. Una compañera se escudó diciéndome que seguramente la
infección vino por los mismos usuarios, algo muy posible, pero inadecuado
cuando lo importante era resolver el problema creado.
Recordé entonces que en cuba
existe una empresa llamada Segurmática, encargada de la protección de los
medios computadorizados del país, la cual brinda también servicios a los
particulares. Acudí al departamento comercial y me pidieron una muestra del
objeto malicioso. La compañera que me atendió, amable, desconocía este Troyano.
Buscando en Google, encontré que Promosoft.exe
apareció por vez primera en el 2009, atacando principalmente los sistemas
Windows XP y Vista. No me ofrecieron detalles de cómo eliminarlo.
Al día siguiente volví a las
oficinas de Segurmática con el perjudicial “microorganismo”, aislado en una USB
que no me atreví a pinchar, mucho menos la compañera que me atendía desde el
día anterior. Sin embargo, otra colega suya, mejor informada, reconoció de
inmediato la existencia del Hijo ilustre de la Wilson Family me dijo que estaba
propagado por media Habana. Lo bueno del caso fue su próxima expresión:
Segurmática antivirus 1.6 lo elimina.
Efectivamente, al accionar con el
reputado como muy humilde antivirus cubano, desapareció el atrevido troyano que
tanta preocupación me causaba. Supe además que esta empresa tiene convenio
con el Palacio de la Computación, por lo
cual era inexplicable la falta de una solución al caso.
Nada,
cosas de mi país y advertencia para otros lectores y sus amigos, si ya se
toparon con Promosoft.exe y mejor aún, si no desean encontrarse con él. En
cuanto al sitio cabecera de los Joven Clubs de Computación, volveré con la
obligación de copiar nuevas actualizaciones de los antivirus. Ya les contaré de
un nuevo encuentro con la indeseada familia Wilson.
Por Mario Hechavarria Driggs, periodista Independiente.
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