viernes, 10 de abril de 2015

La Sociedad Secreta Abakuá “Los Masones de África”.

Es de uso entre los necios tener en poco las cosas grandes. Si no es suya la virtud, ni virtud les parece. “(Martí, Patria, 1 de abril de 1893)

Pasaron 122 años, aún queda viva la memoria martiana de Surí y Pascual, dos abakuás de Cayo Hueso, en la emigración, quiénes determinaron que sus “Juegos” aportaran dinero a la causa independentista en el llamado “Día de la Patria.”

Las palabras del Apóstol aluden al sesgo discriminatorio en que se tenía, y se tiene todavía, a la extendida sociedad secreta de los llamados Ñáñigos de Cuba, única de su tipo en el continente americano.

Poco se sabe de sus reglas internas, dado el carácter secreto hasta hoy conservado, mucho debe sumarse a su ejecutoria en torno a la independencia de Cuba.

Intentaron rescatar a los estudiantes de medicina días antes del horrendo crimen, muriendo cinco de ellos en el intento. No era de extrañar aunque recordando las citadas palabras martianas, el desconocimiento, la necedad, alcance a lo incrédulo. Pocos recuerdan que el “Plaza” (Líder de un Juego o agrupación), llamado Facundo de los Dolores Petit, admitió personas de diversos tonos raciales, inclusive españoles, en su Juramentación del Barrio de Jesús María en La Habana.

Basta con hombradía, fraternidad, alegría, laboriosidad, buen hijo, buen padre. Para ser hombre no hay que ser Abakuá, pero para ser Abakuá si hay que ser hombre.

De tal forma se expresaba en 1863 este precursor de la sociedad secreta que en la Acera del Louvre escoltó al Titan Maceo, protegiéndolo noche a noche de posibles atentados durante el año precursor de 1894.

De Martí el decir ajeno a cualquier forma discriminatoria, el reconocimiento de lo positivo junto al respeto por los demás ante la histórica decisión de los  Mokongos de Cayo Hueso:

Que la orden donara una cantidad que ayudase a engrosar los fondos de la guerra, porque ellos también quieren contribuir con algo al día de la patria. Fue unánime la aprobación, y se dijo mucho bueno, aunque no con mucho adorno, pero creo que con el mejor, porque hablaban con el corazón”.

El sabio cubano Don Fernando Ortiz agregó un capítulo de su esfuerzo descubriendo a Cuba cuando escribió su ensayo sobre los negros Ñáñigos.
Bien quedó entonces la frase de considerarlos Los Masones de África.

En Cuba actualmente se reconocen 123 Plantes, Juegos o Sellos, fundamentalmente en el occidente del país, de sus ancestros conservan los ritos ligados a la etnia Carabalí de Nigeria. Se mantienen independientes, rebeldes ante la injusticia y solidarios, de acuerdo a los antiguos cánones que vigilan los “plazas”.

En las sociedades secretas Abakuá sólo son admitidos hombres. Al indagar entre sus integrantes cuál es el concepto de Hombre, expresaron: "Hombre no es sólo aquél que no es homosexual, sino el que refleja la más pura dignidad del ser humano como laborioso, fraterno, alegre, rebelde ante la injusticia, cumplidor del código moral establecido por los antepasados formadores del Abakuá; es aquél que es buen padre, buen hijo, buen hermano y buen amigo"

Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente 





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