“Es
de uso entre los necios tener en poco las cosas grandes. Si no es suya la
virtud, ni virtud les parece. “(Martí, Patria, 1 de abril de 1893)
Pasaron 122 años, aún queda viva la
memoria martiana de Surí y Pascual, dos abakuás de Cayo Hueso, en la
emigración, quiénes determinaron que sus “Juegos” aportaran dinero a la causa independentista
en el llamado “Día de la Patria.”
Las palabras del Apóstol aluden al sesgo
discriminatorio en que se tenía, y se tiene todavía, a la extendida sociedad
secreta de los llamados Ñáñigos de Cuba, única de su tipo en el continente
americano.
Poco se sabe de sus reglas internas, dado
el carácter secreto hasta hoy conservado, mucho debe sumarse a su ejecutoria en
torno a la independencia de Cuba.
Intentaron rescatar a los estudiantes de
medicina días antes del horrendo crimen, muriendo cinco de ellos en el intento.
No era de extrañar aunque recordando las citadas palabras martianas, el
desconocimiento, la necedad, alcance a lo incrédulo. Pocos recuerdan que el
“Plaza” (Líder de un Juego o agrupación), llamado Facundo de los Dolores Petit,
admitió personas de diversos tonos raciales, inclusive españoles, en su Juramentación
del Barrio de Jesús María en La Habana.
Basta con hombradía, fraternidad, alegría, laboriosidad, buen hijo, buen
padre. Para ser hombre no hay que ser Abakuá, pero para ser Abakuá si hay que
ser hombre.
De tal forma se expresaba en 1863 este
precursor de la sociedad secreta que en la Acera del Louvre escoltó al Titan Maceo, protegiéndolo noche a noche de posibles atentados durante el año
precursor de 1894.
De Martí el decir ajeno a cualquier forma
discriminatoria, el reconocimiento de lo positivo junto al respeto por los
demás ante la histórica decisión de los
Mokongos de Cayo Hueso:
“Que
la orden donara una cantidad que ayudase a engrosar los fondos de la guerra,
porque ellos también quieren contribuir con algo al día de la patria. Fue unánime
la aprobación, y se dijo mucho bueno, aunque no con mucho adorno, pero creo que
con el mejor, porque hablaban con el corazón”.
El sabio
cubano Don Fernando Ortiz agregó un capítulo de su esfuerzo descubriendo a Cuba
cuando escribió su ensayo sobre los negros Ñáñigos.
Bien quedó
entonces la frase de considerarlos Los
Masones de África.
En Cuba actualmente
se reconocen 123 Plantes, Juegos o Sellos, fundamentalmente en el occidente del
país, de sus ancestros conservan los ritos ligados a la etnia Carabalí de
Nigeria. Se mantienen independientes, rebeldes ante la injusticia y solidarios,
de acuerdo a los antiguos cánones que vigilan los “plazas”.
En las
sociedades secretas Abakuá sólo son admitidos hombres. Al indagar entre sus
integrantes cuál es el concepto de Hombre, expresaron: "Hombre no es
sólo aquél que no es homosexual, sino el que refleja la más pura dignidad del
ser humano como laborioso, fraterno, alegre, rebelde ante la injusticia,
cumplidor del código moral establecido por los antepasados formadores del
Abakuá; es aquél que es buen padre, buen hijo, buen hermano y buen amigo"
Por Mario Hechavarria Driggs, periodista independiente
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